Minions, mercenarios y bufones

Mis queridolectoras saben desde siempre que nada de cuanto digo es “mío”. Absolutamente cada idea, reflexión, dato, lo tomo de alguna otra fuente.

Guillermo Fárber
Columnas
Si quieres oír “explicaciones”, “análisis” y “predicciones” innocuos, superficiales y engañosos, busca a ignorantes domesticados como Leopoldo Abadía, Thomas L. Friedman, Paul Krugman (y 100 mil más minions, mercenarios y bufones por el estilo
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Mis queridolectoras saben desde siempre que nada de cuanto digo es “mío”. Absolutamente cada idea, reflexión, dato, lo tomo de alguna otra fuente. Yo simplemente lo reproduzco, comento, extracto de análisis elaborados por pensadores mucho menos limitados que yo.

Un somero recuento de mis fuentes habituales: Paul Craig Roberts, Antal Fekete, Mike Maloney, Carmen Reinhart, Laurence Kotlikof, David Stockman, David Walker, Martin Weiss, G. Edward Griffin, Mish Shedlock, David Icke, Marc Faber, Alex Jones, Nassim Taleb, Jim Willie, Jeffrey Tucker, Gerald Celente, Bill Bonner, Kenneth Rogoff, Greg Hunter, Jim Sinclair, Lindsay Williams, Isaac Martí, Benjamin Fulford, Robert Kiyosaki, Chris Martens, Ron Paul, Peter Schift, Kyle Bass, Eric Sprott, Lyndon LaRouche, Nigel Farage, Doug Casey, Max Keiser, Puru Sexena, Niño Becerra, G. Edward Griffin, Simon Black, Jim Rogers, Gary North, Addison Wiggin, Lew Rockwell, Richard Doughty, John Williams, Harry Dent, Bix Weir, John Mauldin y 100 o mil más, a todos los cuales encuentras copiosamente en YouTube.

Entre esa lista no exhaustiva hay analistas estridentes y moderados, científicos y conspiracionistas, bruscos y corteses, expositores y polemistas, técnicos y rudos, articulados y atropellados, didácticos y confusos, directos y rebuscados, concentrados y difusos, etcétera.

Hay de todo; pero todos intuyen, saben, insinúan o implican que el problema fundamental de la economía global actual es el dinero fiat en vez del dinero real (oro y plata) eliminado por Nixon en 1971, mientras que las hordas de enfrente no buscan sino distraer a la opinión pública de este tema central, vía hablar constante y exclusivamente de puros rodeos intrascendentes económicos y políticos.

Ahora, si quieres oír “explicaciones”, “análisis” y “predicciones” innocuos, superficiales y engañosos, busca a ignorantes domesticados como Leopoldo Abadía, Thomas L. Friedman, Paul Krugman (y 100 mil más minions, mercenarios y bufones por el estilo).

Esbirros cómicos

No menciono a mexicanos para no provocar discusiones ad hominem que no harían sino desviar la atención de lo sustantivo a lo anecdótico.

Unos pocos de ellos militan entre los serios, pero hay multitudes de minions en el bando opuesto; por supuesto, disfrazados de intelectuales.

Una probadita de entre las 100 perlas que excreta por día esta masa impensante es aquel columnista que solía burlarse de quienes advertíamos machaconamente sobre los nubarrones crecientes en el panorama global. El 30 de diciembre de 2007 publicó esta línea inmortal en su columna de El Economista: “2008 será un buen año para la economía de México y el mundo”. ¡Gulp y recontragulp! Ese año fue pavoroso y si no se colapsó inmediatamente la economía global fue porque se echaron a andar los jeringazos de créditos amazónicos (mááás dinero fiat) e intereses anémicos que desde entonces tienen en vida artificial, a duras penas y no por mucho tiempo más, al sistema financiero internacional, agravando al enfermo pero posponiendo un ratito más su muerte inevitable.

Pero al mal tiempo, buena cara: recordemos aquella película de 1955 con Danny Kaye, The Court Jester (Bufón de Reyes y Rey de los Bufones).