Un show entretenido

Esta farsa ya la hemos visto hasta el cansancio: 17 veces antes en la historia reciente (aunque algunos dicen que más de 20.

Guillermo Fárber
Columnas
John Boehner, líder de la Cámara de Representantes
Foto: AP

Esta farsa ya la hemos visto hasta el cansancio: 17 veces antes en la historia reciente (aunque algunos dicen que más de 20; en todo caso, es la número doce desde 1976). Pero todavía hay ingenuos que se asustan con este manoseadísimo petate del muerto.

Como siempre, lo vistoso fue afectado de inmediato (parques nacionales, monumentos y demás), pero lo esencial continúa como si nada (fundamentalmente, el gasto militar). Es decir, los soldados seguirán cobrando sus sueldos aunque la Estatua de la Libertad luzca candados y letreros en rojo.

Se entiende el mensaje: yo soy un imperio y conservo mis poderes reales, aunque a las florituras les permita marchitarse un poco.

Esto es puro show político, pues, para distraer al Respetable vía la tradicional cortina de humo mediática. Es un espectáculo como la lucha libre (que nada tiene de “libre”, por cierto), en que a veces la máscara de “técnicos” se la pone un partido y la de “rudos” se la pone el otro, y luego al revés volteado a la visconversa. Así ambas franquicias (misterio mitológico: dos personas y un solo partido verdadero) hacen como que de veras defienden en el ring posturas opuestas de la sociedad… y así conservan su chamba de entertainers bien pagados.

Sí, es cierto, igual que en las luchas los contendientes a veces se sacan algo de sangre o se rompen algún hueso, pero esos percances no están en el libreto: son meros accidentes fortuitos, gajes del oficio. Lo importante es que el desenlace de ese recurrente show político a la gringa ya lo conocemos y se puede garantizar: a la postre se aprobarán en tiempo y forma tanto un presupuesto como el nueeeevo “techo” de la deuda.

El meollo del cogollo

El dilema que los republicanos plantean a Obama es muy simple: o acepta cancelar su proyecto favorito, Affordable Care Act (Obamacare) o le congelan la aprobación del presupuesto 2014. Dicho en mexicano: “O matas tu engendro o te cerramos el gobierno”.

Ese es el punto clave: esa iniciativa que, según voces conspiracionistas, es todo menos un programa que busca la salud del pueblo sino su control total vía un salto cuántico de índole inequívocamente socialista. Por eso se le oponen con tanta ferocidad los que se consideran defensores de la Constitución, la República, las libertades y demás valores “conservadores”.

Una fecha límite crucial es este jueves 17, cuando supuestamente EU tiene que tener aprobado por el Congreso el nueeevo “techo” de su deuda. Un “techo” infinitamente flexible, desde luego (tipo globo, dice algún ocurrente). Oootro manoseadísmo petate del muerto.

La “amenaza” es la moratoria nacional (default). Y cierto, EU es por mucho el mayor deudor que ha visto la humanidad en toda su historia, pero esa “amenaza” es oootro petate del muerto, pues Estados Unidos puede imprimir (o teclear) cuantos dólares (o ceros) desee.

Inevitablemente ocurrirá ese estallido y el mundo entero llorará… pero aún no.