La secundaria en México no te enseña a pensar

El siistema educativo de México está pensado para memorizar y no para razonar.

Elidet Soto
Todo menos politica
El siistema educativo de México está pensado para memorizar y no para razonar
Foto: NTX

El día que presentó su examen de ingreso al bachillerato la mañana del 28 de junio de 2014, Iván Nieto Flores se despertó a las 6:30 de la mañana. La prueba era a las 8. Estaba nervioso.

Se bañó, vistió, desayunó y esperó a que un amigo pasara en su coche para darle un aventón. Llegó a tiempo.

En la entrada hizo fila por unos minutos hasta que le indicaron el salón donde presentaría su examen. El aula no tenía pupitres. Eran sillas con tablas para que los aspirantes pudieran escribir.

Una profesora repartió las pruebas. Iván notó que no era el mismo examen para todos. Eran 4 diferentes.

Semanas antes del examen repasó todas las materias, pero de cualquier forma la prueba le pareció difícil. Era muy distinta a todo lo que había estudiado en secundaria.

“Lo que nos enseñaron no venía en el examen. No venía nada de eso”.

Iván salió de la Secundaria Diurna 257 con un promedio de 8.4, pero el puntaje de su examen fue 64 aciertos de 128 reactivos.

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) informó que la mayoría de los alumnos de tercer grado de secundaria consigue aprobar la secundaria con un promedio entre 7.5 y 8.5.

Sin embargo, el promedio de puntaje en los alumnos que aplican el examen de selección de Comipems es de 69 aciertos de 128 reactivos, es decir, apenas rebasan la mitad.

De los alumnos inscritos a secundaria, la tasa de aprobación es del 92%.

Existen varios factores que influyen para que un adolescente tenga malos resultados en un examen de selección, pero el más importante es que las pruebas están diseñadas bajo estándares internacionales y no acorde al nivel educativo del país.

Los exámenes están diseñados para resolver un problema a través del razonamiento y análisis.

En contraste, el modelo educativo de México se basa en memorizar, esquema común en la educación básica, explicó Alejandro Ocampo Almazán, jefe del departamento de Comunicación del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey en el Estado de México.

“No es que el alumno no tenga el conocimiento, lo tiene, pero no sabe cómo aplicarlo porque no le enseñaron para qué servía”, dice.

Otro factor que impide a los alumnos obtener mejores resultados en los exámenes radica en la formación de los profesores.

Según el especialista, los profesores no tienen la capacidad para enseñar a sus alumnos otra metodología .

“Los profesores que egresan de las escuelas normales se enfrentan a realidades diferentes a las que en la teoría les enseñaron, por eso les cuesta trabajo modificar el tipo de enseñanza”.

El último informe del Estudio Internacional de Enseñanza y Aprendizaje (Talis, por sus siglas en inglés) respalda a Ocampo Almazán, pues según el documento, el 63.6% de los profesores de secundaria de México aseguraron no sentirse capacitados al 100% en algunas áreas de enseñanza.

Esto se refleja en los resultados que México obtuvo en el área de Matemáticas del Pisa.55% de los alumnos mexicanos no alcanzan el nivel de competencias básico en matemáticas, es decir el alumno promedio en México obtiene 413 de 494 en matemáticas, una diferencia que equivale a 2 años de escolaridad.

De todas las materias, la que más trabajo le costó a Iván fue historia.

Cuando terminó el tiempo del examen, levantaron las pruebas y les indicaron que no fueran hasta que los nombraran. Iván escuchó su nombre y se fue.

Iván seguía nervioso. Sabía que no le había ido bien en el examen. Tenía miedo de no entrar a la preparatoria o cualquier otra escuela.

Se dirigió al restaurante donde trabaja su mamá para comer antes de ir a casa.

En el restaurante, sobre la calle Nueces, en la Nueva Santa María la Rivera, vio un partido de fútbol en la televisión mientras comía.

Eran tiempos del Mundial y ese día jugó Brasil contra Chile.

Se fueron a penales y al final Brasil sacó a Chile del Mundial.

Mientras veía el partido se olvidó del examen y de su miedo de no entrar al bachillerato.

No se volvió a acordar del asunto hasta una semana antes de que le dieran los resultados.

Su calificación fue de 64/128. Sí entró al Colegio de Bachilleres.

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