Andrés Sánchez Miranda es un rocker frustrado y diputado del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). Se metió a la política para tener amigos.
Sánchez Miranda es del Distrito Federal, tiene 29 años, estudió Economía en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y tiene una maestría en Políticas Públicas por la University College of London.
El panista tiene una devoción por el rock que nunca desempeñó de manera profesional porque se dio cuenta de que no tenía talento.
Andrés es amante de The Beatles por tradición musical, pero lo que le apasiona es el grunge. Es fanático de Pearl Jam, para él si la guitarra no “ruge” no hay nada.
Es uno de los 37 legisladores menores de 30 años de los 1,643 diputados locales y federales que hay en el país. Los legisladores jóvenes representan el 2.25% de los diputados en los congresos Federal y locales.
De las 2,369 iniciativas que existen en todo el país, los diputados jóvenes propusieron 152. Las puedes encontrar todas en esta lista.
En 2 años el 6.4% de todo el trabajo legislativo fue propuesto por los 37 diputados menores de 30 años.
¿Cómo es que un joven de 27 años (esa edad tenía cuando llegó al cargo de diputado local) y sin antecedentes familiares en la política logró obtener un lugar en la ALDF?
Cuando comenzó con el PAN, Andrés Sánchez Miranda tenía 15 años y no conocía a nadie en la Ciudad de México porque desde pequeño vivió en Cuernavaca, Morelos.
El único lazo que tenía en la ciudad era su mejor amigo Juan Manuel Almazán, actual Coordinador de la Tesorería del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Almazán lo invitó a formar parte del equipo de campaña de Vicente Fox. Era mayo del 2000, el año que marcó la entrada del PAN al poder.
Hacía tareas sencillas como repartir volantes, asistir a algunos comités, hacer trabajo de base. En realidad lo que el joven buscaba era hacer amigos. “Tenía 15 años, a esa edad qué puedes esperar de la vida”, dice.
La Constitución Mexicana no obliga a los partidos políticos a establecer cuotas de edad para puestos de elección popular, que incluyen las diputaciones federales y locales.
Es decir, cada partido es responsable de cuántos lugares otorga a jóvenes menores de 30 años para contender por un cargo.
En el Congreso Federal no están interesados, pues desde que inició la Legislatura, en septiembre de 2012, hasta la fecha, sólo había una iniciativa para promover la participación de jóvenes en la política. Los diputados la desecharon en enero de 2014.
En las elecciones internas del PAN de 2012 para elegir candidatos plurinominales, Andrés Sánchez Miranda ganó por 16 votos al veterano José Luis Luege Tamargo, quien fuera titular de la Comisión Nacional del Agua durante el sexenio de Felipe Calderón.
Aunque no menciona su nombre y tampoco el parentesco que tiene con ella, Andrés Sánchez Miranda es sobrino de Isabel Miranda de Wallace, activista y presidenta de la asociación civil Alto al Secuestro.
Durante las elecciones de 2012, cuando Miranda de Wallace fue la candidata ciudadana del PAN para competir por el cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se dijo que Wallace abogó para que su sobrino fuera el tercero en la lista de candidatos plurinominales del partido.
Ambos negaron las acusaciones, pero Andrés dice que la candidatura de su tía lo animó a buscar una diputación.
En el Congreso Federal existen 15 legisladores que tienen menos de 30 años, 7 son plurinominales y 8 electos por voto directo. Están repartidos de la siguiente manera:
Diputados menores de 30 años | Create Infographics
Al diputado del PAN, Andrés Sánchez Miranda, le interesan los temas económicos.
Quiere que el gobierno capitalino funja como una especie de fondeadora para que los jóvenes emprendedores comiencen su negocio.
Andrés trabaja con vecinos de Tlalpan, trata de tener reuniones pequeñas, no cree en actos multitudinarios, para ver qué es lo que les inquieta.
El próximo paso para el diputado es competir por una curul a nivel federal, aunque tampoco descarta ser candidato a la delegación Tlalpan, que ahora está en manos de la corriente más radical del PRD, la de René Bejarano.
Sus aspiraciones musicales se quedaron en practicar con la guitarra cada noche y escuchar a Led Zeppelin y los Artic Monkeys mientras conduce.