La gran recesión

Stanley Fischer es el segundo de a bordo en la cabina de control operativo del sistema financiero mundial (la Reserva Federal (Fed), el banco central de propiedad privada de Estados Unidos). La titular: Janet Yellen, por supuesto, que no es sino la habitual figura de paja.  

Guillermo Fárber
Columnas
Stanley Fischer, economista
Foto: Especial

Stanley Fischer es el segundo de a bordo en la cabina de control operativo del sistema financiero mundial (la Reserva Federal (Fed), el banco central de propiedad privada de Estados Unidos). La titular: Janet Yellen, por supuesto, que no es sino la habitual figura de paja.

Don Stanley llegó a la Fed después de dirigir el banco central de Israel de 2005 a 2013 (las nacionalidades en este mundo son cada vez más elásticas, con los pros y contras del caso) y acaba de pronunciar su primer discurso urbi et orbi: The Great Recession: moving ahead.

Fischer dijo que la “recuperación económica” (eufemismo oficial para hablar de las patadas de ahogado de un sistema desahuciado: ríos de liquidez artificial, tasas de interés ya no solo nulas sino ahora hasta negativas, amenazas de bail-ins tras bail-outs desorbitados, controles de capitales todavía solapados y parciales, confiscaciones de fondos de pensión, guerra de divisas, burbujas omnipresentes, mercados amañados, explosión de derivados, déficit públicos universales, endeudamientos insostenibles, etcétera) ha sido y sigue siendo decepcionante.

“La recesión que empezó en EU en diciembre de 2007 terminó en enero de 2009. Pero la Gran Recesión es un fenómeno prácticamente mundial, con la consecuencia de que muchas economías avanzadas continúan en dificultades. Su hondura y amplitud parecen haber modificado el ambiente económico en muchas formas y haber dejado incierto el camino hacia delante”.

Fue exactamente en esa fecha (30 de diciembre de 2007) que el Príncipe de los Bufones, Ricardo Medina Macías, pronosticó en su espacio periodístico que “2008 será un buen año para la economía de México y del mundo”.

Fin de partida

Igualito que el Príncipe inefable, muchos “analistas” ridiculizaron la designación que los agoreros damos a la actual crisis financiera occidental, mucho peor y más extendida que la Gran Depresión de los treintas: la Mega Depresión.

Ahora nadie menos que Stanley Fischer usa una terminología esencialmente idéntica a la nuestra (aunque menos claridosa, desde luego): “Gran Recesión”.

Este derrumbe en cámara lenta que el mundo sufre es mucho peor que la Gran Recesión de los treintas y esto finalmente comienza a aceptarse en el Olimpo financiero global, como vemos en don Stanley. Acaso podría intentarse una jerarquización arbitraria de la gravedad de las crisis económicas:


  • Atonía
  • Desaceleración
  • Recesión
  • Depresión
  • Gran Depresión

La crisis que el mundo está sufriendo visiblemente desde 2007 es “lo que sigue” a una Gran Depresión.

Con el agravante de que hasta hoy las crisis habían estado más o menos limitadas a territorios o sectores nacionales o cuando mucho regionales, y ahora este megacolapso afecta al mundo entero y a la economía mundial completa.

Lo curioso es que aquellos que causaron el desastre ahora se nos quieren aparecer como los salvadores.