La mirada plástica de Octavio Paz

El diálogo de Octavio Paz con la plástica fue amplio y notable: a lo largo de su vida dedicó decenas de páginas a vanguardias y artistas con los que sintió empatía.

Hector González
Todo menos politica
Abren al público la exposición En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte
Foto: NTX

El diálogo de Octavio Paz con la plástica fue amplio y notable: a lo largo de su vida dedicó decenas de páginas a vanguardias y artistas con los que sintió empatía.

Bajo la consigna de tender un puente entre la palabra escrita del poeta y el referente visual, el Palacio de Bellas Artes presenta la exposición En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte.

Conformada por más de 220 obras de artistas nacionales y extranjeros la muestra estuvo coordinada por el titular del museo, Miguel Fernández Félix, y Héctor Tajonar.

El montaje se inscribe en las actividades conmemorativas por el centenario del Nobel mexicano y en las celebraciones por los 80 años del Palacio de Bellas Artes.

Fernández Félix destaca que esta es una oportunidad única para observar piezas de artistas como Munch, Gris o Edward Hooper.“Varias de ellas no volverán a México, al menos en el corto plazo”.

Héctor Tajonar, curador y hombre cercano a Paz, expone que el guión museográfico se sustenta en el pensamiento estético y poético contenido en su libro Los privilegios de la vista. Dos temáticas articulan el recorrido: el arte moderno universal y el arte mexicano.

A lo largo de 11 núcleos temáticos, el visitante es testigo del diálogo entre los versos y ensayos del intelectual con diferentes manifestaciones pictóricas y escultóricas.

El trayecto abre con Síntesis y confluencia, montada en la explanada del espacio de avenida Juárez y que incluye las esculturas Figura reclinada: pierna arqueada, de Henry Moore; Dafne II, de Juan Soriano; Volcán primitivo 290, de Vicente Rojo, y el Arco de la libertad, de Eduardo Chillida.

En el vestíbulo reposan Mannari, de Isamu Noguchi; Escultura de piedra tipo Chac mool, de la cultura maya; Working model for two piece reclining figure: cut (Modelo preliminar de una figura reclinada de dos piezas: corte), de Henry Moore, y Estela 12, de Vicente Rojo. Al interior del museo la primera sala lleva por nombre El cubismo y Picasso.

Aquí se da cuenta de la relación de Paz con artistas inscritos en esta corriente, la admiración del poeta por el autor de Guernica y su involucramiento en la Guerra Civil Española, así como sus reflexiones en torno de las responsabilidades éticas y políticas del arte.

En palabras de Paz: “El arte de Picasso encarna una suerte de feroz fidelidad —una fidelidad hecha de invenciones—, la estética de la ruptura que ha dominado a nuestro siglo”.

Le sigue el espacio Marcel Duchamp Apariencia desnuda. Cabe recordar que en 1968 el poeta escribió el ensayo Duchamp o el castillo de la pureza. Vasili Kandinski, Paul Klee, Jackson Pollock, Robert Motherwell, Mark Rothko, Manuel Felguérez, Henry Moore y Joan Miró, entre otros, comparten sala en Caminos a la abstracción.

Le sigue La subversión surrealista, donde se alude a la vanguardia con la que Paz comulgó ampliamente. “No es solo un movimiento artístico sino un programa ético y existencial (...), es un intento por transformar la vida en poesía”, dijo en su época el escritor.

Aquí se reproduce el Poema circulatorio de Paz. Se incluyen también un retrato de André Masson y cuadros de Man Ray, Leonora Carrington, Frida Kahlo, Remedios Varo, Wilfredo Lam y Manuel Álvarez Bravo. Parte medular es La sonrisa de Eros, sala dedicada al erotismo pero desde una perspectiva lúdica.

Sobre la sección, Tajonar destaca: “Nunca antes se había expuesto en México un conjunto de obras de arte erótico de tan alta calidad. El concepto curatorial parte de Las lágrimas de Eros, de Georges Bataille, y propone una conversación estética y erótica entre representaciones artísticas consagradas al sexo, el erotismo y el amor en las culturas orientales, europea, estadunidense, mesoamericana y mexicana”.

Aquí se encuentran piezas de Tamayo, Brian Nissen, Joan Miró, Eduardo Chillida, Balthus, Juan Soriano, Ángel Zárraga y de arte oriental, entre otros.

Similitudes y contrastes

La segunda parte de la exposición se aboca al arte mexicano e inicia con el núcleo La otredad mesoamericana. Comprende diversas esculturas prehispánicas. “Se trata de un sentimiento ambiguo, hecho de atracción y de repulsión: lo extraño es, simultáneamente, maravilloso y horrible”, reflexionó el Nobel sobre la cultura mesoamericana.

Inspirado en el capítulo Conquista y colonia del libro El laberinto de la soledad, el séptimo espacio corresponde a Las dos conquistas: la de las armas y la de las almas, el cual agrupa obras pictóricas que expresan el encuentro de dos culturas.

Destacan retratos de la Virgen de Guadalupe, pinturas de José Vivar y Valderrama, un tríptico de Saturnino Herrán, así como murales de José Clemente Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo. El octavo apartado, Mestizaje y milagro, consiste en una selección de pintura de castas del siglo XVIII con obras de Miguel Cabrera, Luis Mena, Juan Rodríguez Juárez y José Joaquín Magón.

La curaduría sugiere un arte barroco referido a Sor Juana Inés de la Cruz con relación al arte de otros pintores y poetas, como Michelangelo Buonarroti, Federico García Lorca y Xavier Villaurrutia.

Academia y cultura popular, noveno núcleo, reelabora las investigaciones de Paz sobre el arte del siglo XIX. Algunas de las piezas son de José María Velasco, Hermenegildo Bustos y José Guadalupe Posada, así como a autores de pintura popular anónima. Revoluciones y revelaciones es el nombre de la décima sala.

Dentro se observa el especial interés pictórico que mostró Octavio Paz sobre el arte del siglo XX, principalmente en las obras de artistas como Jean Dubuffet, Carlos Mérida, Wifredo Lam, Pedro Coronel y José Luis Cuevas.

El último capítulo es El aquí y el allá y muestra una selección de obras en las que Paz puso énfasis tanto en ensayos como en poemas dedicados a una pieza o un autor.

La premisa principal es revelar las ideas y situaciones contenidas en las pinturas expuestas y el pensamiento del artista al momento de su creación.

Se sugieren similitudes y contrastes, confluencias y divergencias entre artistas europeos, estadunidenses y mexicanos, como Richard Dadd, Martín Ramírez, Rodolphe Bresdin, Giorgio de Chirico, José Clemente Orozco, Edward Hopper, David Alfaro Siqueiros, Robert Motherwell y Rufino Tamayo.

El montaje de En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte contó con la colaboración de 96 museos y colecciones particulares, nacionales y extranjeros.

Además el Museo del Palacio de Bellas Artes ofrecerá un espacio para el análisis y la reflexión en torno de Octavio Paz mediante actividades complementarias gratuitas, como lecturas de poesía y pláticas con especialistas, escritores y poetas, mismas que podrán consultarse en la página web del museo.

La exposición se mantendrá abierta al público hasta el 15 de enero de 2015.

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