La zona más afectada

De gran relevancia resultó la decisión del alcalde José Antonio Agúndez para instalar el Consejo Municipal de Protección Civil

Georgianna Meza
Política
La intervención del presidente municipal de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño, evitó que los efectos del huracán Odile fueran aún más severos entre la población de ese municipio
Foto: NTX

La intervención del presidente municipal de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño, evitó que los efectos del huracán Odile fueran aún más severos entre la población de ese municipio: en compañía de representantes de los tres órdenes de gobierno el alcalde realizó la instalación del Consejo Municipal de Protección Civil, cuyo principal objetivo fue realizar trabajos de evacuación de la población ubicada en zonas de riesgo y alto riesgo.

Además instruyó a la Dirección General de Servicios Públicos de efectuar tareas de conectividad a través de rutas alternas en las diferentes comunidades que se encuentran alejadas de la ciudad.

El presidente municipal de Los Cabos ordenó la suspensión de la programación alusiva a las festividades del mes patrio, así como las actividades académicas a partir del lunes 15 en todos los niveles educativos públicos y privados en tanto se restablecen servicios como el suministro de agua potable.

Estas medidas evitaron sin duda la pérdida de vidas humanas y redujeron en lo posible los daños materiales, así como el impacto económico del paso de Odile por el municipio.

Apoyo federal

Por su parte, luego de sobrevolar las zonas dañadas por el huracán en el municipio de Los Cabos, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó una reunión de evaluación para restablecer lo antes posible el abasto de agua potable y de víveres así como el suministro de energía eléctrica a esta región, donde ocurrieron los mayores desastres.

A su arribo a Los Cabos Peña Nieto vio una avioneta volcada y los vidrios de todas las salas y oficinas del aeropuerto hechos añicos, lo que dejó en claro la dimensión de la catástrofe.

La mañana del 15 de septiembre era evidente el agobio de turistas todavía en shock por la experiencia del huracán. En una de las pocas áreas en pie de la terminal aérea un grupo de personas aguardaba desde las 7:00 horas por el puente aéreo habilitado sobre todo con naves oficiales.

Más tarde, cuando fue visto con ese mismo grupo a punto de tomar pista para dejar por fin Los Cabos, el presidente fue aclamado.

El paso del meteoro dejó varados a 30 mil turistas mexicanos y extranjeros que han ido abandonando Los Cabos gracias al puente aéreo que realizaron en conjunto las secretarías de Turismo, Gobernación, Defensa Nacional, Marina y Comunicaciones y Transportes.

Los traslados se hicieron a diversos destinos de manera gratuita con aviones de la Fuerza Aérea y aerolíneas comerciales para los visitantes nacionales y extranjeros afectados.

Supervisión

El presidente municipal José Antonio Agúndez Montaño mantiene a su vez un oportuno seguimiento a los trabajos motivados por el fenómeno meteorológico, iniciando con tareas de evacuación a familias que se encuentran en zonas de riesgo y en hogares endebles para ser trasladadas a los diez albergues que se instalaron: tres en San José del Cabo y siete en Cabo San Lucas.

Además el alcalde Agúndez realiza recorridos con personal de las diferentes brigadas por los albergues, los cuales son supervisados por el director general municipal de Desarrollo Social, Luis Armando Díaz, en conjunto con el Sistema DIF Municipal, Marina y la Sedena, que fueron responsables de brindarles alimentación y estancia a las familias afectadas.

Asimismo el mandatario municipal realizó el cierre temporal de las ocho principales playas ubicadas en la costa de Los Cabos a fin de salvaguardar la integridad física de la población local y los turistas.

Evaluación

La prisa por evaluar, dictar medidas y tener constancia directa de la huella de Odile llevó al jefe del Ejecutivo a emprender un sobrevuelo en helicóptero de 50 minutos entre Los Cabos y Cabo San Lucas, donde si bien la destrucción no es perceptible en caminos ni hay daños estructurales de consideración, sí hay perjuicios considerables en la infraestructura urbana, pública, turística y de servicios.

El presidente fue insistente en el apoyo de la Federación para reconstruir la economía turística de Los Cabos y de inicio “brindar a la población los servicios más elementales”.

Odile afectó la infraestructura de transmisión y distribución de electricidad en Los Cabos: se perdieron mil 800 postes. Dejó además sin luz a 92% de los usuarios. Al respecto Enrique Ochoa Reza, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ofreció el restablecimiento del servicio en la parte sur del estado en cuatro días y en toda la entidad en un mes a más tardar.

Odile, el octavo huracán de la temporada y el primero en tocar tierra, arrasó con gran parte de la infraestructura urbana de Los Cabos.

Las antenas de celulares están dañadas y requieren de electricidad, la energía es muy endeble, los puertos están cerrados y la circulación es muy problemática. El aeropuerto presenta destrozos y no hay condiciones para reanudar vuelos.

La totalidad de Los Cabos quedó sin servicio de agua potable, sin energía eléctrica ni comunicaciones vía terrestre, aérea y naval. Las carreteras también sufrieron daños considerables: resultaron afectados por deslaves dos tramos en los kilómetros 105 y 113 de La Paz a Los Cabos.

Seguridad

En medio de la destrucción que dejó a su paso el huracán, la lucha por sobrevivir comenzó para los habitantes de la zona: hubo saqueos de tiendas comerciales durante las horas posteriores al paso del meteoro y también ocurrieron actos de rapiña en los que se llevaron productos que no son de consumo básico.

Sobre el particular Andrés Córdova Urrutia, secretario general de gobierno del estado, afirmó que “en el tema de la seguridad de las personas y de sus bienes no habrá tolerancia y quienes sean sorprendidos cometiendo actos de rapiña, aprovechando la situación de urgencia, serán sancionados conforme a la ley”.

El también secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad manifestó que con la participación de todas las corporaciones de seguridad pública se desarrolla una estrategia que garantice una mayor tranquilidad y protección de los ciudadanos y sus pertenencias, para lo cual señaló que se instalan filtros de revisión en las carreteras a la salida del municipio de Los Cabos y a la entrada de La Paz.

Por su parte Adonai Carreón Estrada, procurador general de Justicia del estado, indicó que se tomaron acuerdos de carácter preventivo en materia de seguridad tales como el establecimiento de competencias y sectores de vigilancia en el municipio de La Paz, de forma que la supervisión en los centros comerciales corresponde a la Policía Estatal Preventiva y a la dirección General de Seguridad Pública y Tránsito Municipal.

Mencionó que además se desplegó una brigada especial de la Policía Ministerial del Estado al municipio de Los Cabos de 40 elementos que incluye ocho grupos de reacción inmediata y diez unidades vehiculares.

A su vez vecinos de zonas residenciales en Los Cabos conformaron brigadas de seguridad.

En este sentido el alcalde José Antonio Agúndez Montaño destacó que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, se encuentra muy atento y preocupado por las repercusiones del paso del huracán Odile, e hizo un llamado a todos los sectores de la población para que acaten las recomendaciones de las autoridades gubernamentales con el objetivo de evitar mayores desgracias.