El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) prevé un panorama desolador para cerca de 4,000 niños y adolescentes en Guinea, Liberia y Sierra Leona que perdieron a sus padres desde que comenzó la epidemia del ébola en África Occidental.
La mayoría de los huérfanos son rechazados por sus familiares y sus comunidades, por miedo a quedar contagiados de la enfermedad, afirmó en rueda de prensa en Ginebra el Director regional de UNICEF para África Central y Occidental, Manuel Fontaine.
Añadió que el estigma y el temor asociado a la epidemia están rompiendo los vínculos familiares y la cohesión social de los países afectados.
Fontaine, afirmó que la organización busca tanto métodos tradicionales como nuevas formas para ofrecerle a los menores la asistencia física y emocional que necesitan, incluyendo el adiestramiento a sobrevivientes de ébola para que apoyen y cuiden a los niños que están en cuarentena en los centros de tratamiento.