El gobierno a prueba

El crimen contra los normalistas puede convertirse en la mayor prueba para el gobierno de Enrique Peña Nieto. 

Sergio Sarmiento
Columnas
 El gobierno no puede anular su reforma educativa
Foto: NTX

El crimen contra los normalistas puede convertirse en la mayor prueba para el gobierno de Enrique Peña Nieto. Otros acontecimientos pueden haber sido tan dramáticos como las muertes y desapariciones de los estudiantes de Ayotzinapa el 26 y 27 de septiembre, pero en este caso hay grupos políticos, como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que buscan aprovechar la tragedia para promover una agenda especial.

Detrás de todo el conflicto sigue estando el rechazo de la CNTE a la reforma educativa. Una de las consecuencias de la reforma es impedir la contratación automática de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa como maestros en escuelas públicas. Los graduados tendrán que competir en igualdad de circunstancias con otros candidatos para obtener las plazas docentes. Conociendo el bajo nivel de las normales, esto significaría que muchos de los graduados no podrían obtener empleo como maestros en escuelas públicas. La CNTE considera, sin embargo, que recibir plazas en automático es un derecho.


Sigue habiendo muchas interrogantes sobre las muertes y desapariciones de los normalistas en Iguala. La Procuraduría General de la República ha esclarecido qué ocurrió. Sabemos que los normalistas se robaron tres autobuses de transporte interurbano y que elementos de la policía municipal de Iguala dispararon contra los autobuses y mataron a cuando menos dos estudiantes. Decenas de normalistas fueron posteriormente secuestrados y entregados a la policía municipal de Cocula, que a su vez los entregó, al parecer para su ejecución, a miembros de una banda llamada Guerreros Unidos.

Lo que no sabemos es porqué se hizo. ¿Cuál podría ser la motivación de Guerreros Unidos para secuestrar y quizás ejecutar a decenas de normalistas? La acción ha hecho sin duda más difícil el trabajo de la banda al llevar a su territorio a cientos de agentes federales.

Cautela

La magnitud del crimen contra los normalistas le ha permitido a la CNTE intensificar su movimiento. Millones de mexicanos que se habían opuesto a la CNTE por sus estrategias de paros, plantones y bloqueos le dan validez nuevamente a su causa ante el martirio de los normalistas. Por eso se han multiplicado las movilizaciones. Y por eso se han vuelto más violentas.

Los distintos órdenes de gobierno han actuado con mucha cautela ante las movilizaciones. En los últimos días, en particular, han permitido que los manifestantes realicen destrozos en propiedad pública, como edificios de gobierno, o privada, como vehículos de transporte. La idea es evitar darle más mártires al movimiento. De mantenerse esta actitud, sin embargo, pueden generarse nuevas tragedias humanas.

El presidente Enrique Peña Nieto enfrenta quizá la prueba más importante de su gobierno. No hay soluciones fáciles. El gobierno no puede anular su reforma educativa. Pero los daños generados por las movilizaciones se hacen cada vez mayores.