Paleoarte: Cuando las criatruas extintas cobran vida

Es uno de los vehículos más importantes para la difusión de los descubrimientos paleontológicos.

Arturo Moncada
Todo menos politica
El paleoarte es una interpretación bidimensional o tridimensional de alguna especie prehistórica, ya sea de dinosaurios, mamíferos, reptiles, etcétera
Foto: Especial

La reconstrucción paleontológica abarca un intrincado proceso basado en una metodología que requiere de un verdadero profesional en esta área: además de una potente capacidad de observación, el llamado paleoartista cuenta con una gran habilidad para la interpretación y síntesis de datos.

Como señala el paleoartista Héctor Emmanuel Munive, miembro de Splintersaurus Prehistoric Art, “el paleoarte es una interpretación bidimensional o tridimensional de alguna especie prehistórica, ya sea de dinosaurios, mamíferos, reptiles, etcétera. Es decir, la reconstrucción de los fósiles con el objetivo de representar cómo eran esos animales hace millones de años y cómo vivían. Esta reconstrucción puede realizarse desde distintas formas: dibujo, pintura, escultura y animación”.


Desde hace muchos años el trabajo del paleoartista, ya sea mediante pinturas o esculturas que ocupan espacios clave junto a los fósiles en museos de todo el mundo o representaciones gráficas de estos hallazgos, son fundamentales en las publicaciones científicas.

Reconstrucción


Pero reconstruir un organismo extinto no es solo registrar sus detalles anatómicos. Eso es nada más una parte del proceso. Para el trabajo de reconstrucción se tienen que recopilar datos de la totalidad del animal: su forma, postura y su contexto.

Todo trabajo de este tipo, dice Munive, “se basa en investigación paleontológica. Desde ese punto parten todos los paleoartistas. La reconstrucción de un animal puede partir desde un estudio en una publicación de un organismo que se haya encontrado. Se forma el esqueleto y da inicio el trabajo tridimensional (3D) del artista, donde a partir de un trabajo bidimensional (2D) se realiza una adecuación en tercera dimensión. Hay otros artistas que reconstruyen los ambientes paleontológicos”.

Proceso

Hay una multitud de características de un ser vivo, que cuando se combinan proporcionan pistas y datos sobre su imagen, comportamiento y relación con el medio ambiente.

Para saber cómo interpretar esos datos paleontólogo y paleoartista cuentan con herramientas científicas. Por lo tanto no hay necesidad de la especulación, ya que existen metodologías bien fundadas para llegar a las recreaciones exactas.

La información se puede extraer slo viendo el esqueleto de un animal. Y aunque sea incompleto, utilizando la anatomía comparada es posible reconstruir las partes faltantes obteniendo una idea del aspecto general del cuerpo del animal con una precisión relativa.

El principio básico que se utiliza para esto es que hay un patrón común en la estructura de los vertebrados. Los estudios sobre las peculiaridades anatómicas del esqueleto muestran detalles de la postura y la locomoción de los organismos, basándose para ello en las restricciones físicas y los principios biomecánicos.

La reconstitución de los músculos se hace a partir de las cicatrices de la inserción de estos en los huesos y el resultado final da el volumen del animal.

Teniendo en cuenta las relaciones filogenéticas, es decir de parentesco, y con base en la taxonomía o clasificación del cuerpo se pueden obtener pistas de la apariencia, la fisiología y el comportamiento. Estas tres cualidades son también capaces de recuperar el registro fósil en sí, que puede preservar de forma única detalles sobre la estructura de los tejidos blandos, la evidencia de pelo o plumas en el animal.

Existe también el método de comparación con los análogos modernos, que hace posible suponer o inferir la presencia de algunos tipos de caracteres y el comportamiento de los organismos extintos comparándolos con los parientes vivos o animales no relacionados pero que presenten funciones ecológicas similares.

En el objetivo final de una reconstrucción paleontológica interfiere significativamente el grado de su rigor científico.

No cabe duda de que la reconstrucción de animales extintos ayuda y favorece a la comprensión y el conocimiento de estos para cualquier individuo.

—Sin embargo, ¿cómo se considera al paleoarte; es una ciencia o es un arte?

—Es una conjugación de ambas. Es ciencia porque hay que apegarse a lo que los científicos dictan acerca de los descubrimientos que realizan. En la parte artística es donde entra la reconstrucción, ya sea en 2D o en 3D.

Perspectiva

La tendencia de la reconstrucción paleontológica en la última década ha sido la digitalización del arte. En los últimos años este crecimiento fue aún más significativo con la mejora de programas computacionales, lo que ha dado una nueva perspectiva a este campo.

Vale la pena señalar que algunos detalles son siempre desconocidos. Entre ellos quizás el más controvertido es la relación con los colores de los organismos del pasado: normalmente no es posible inferir el color de un animal a partir de sus fósiles. Investigaciones recientes han logrado avances por lo menos en cuanto a la coloración de las plumas fosilizadas.

A pesar de todo el potencial de la tecnología digital, la reconstrucción tradicional nunca se desvanecerá. Dibujo, pintura y escultura se valoran por todo su aspecto artesanal, además de ser las formas más asequibles de las artes. No obstante, como destaca Héctor Emmanuel Munive, lo más importante es sin duda que el arte de la ciencia aplicada continúa cumpliendo el objetivo de ayudar a la investigación y difusión de conocimientos.