Mathias Goeritz en España (I/II)

Uno de nuestros artistas mayores, a la par de prolífico e influyente y que de manera contundente enriqueció el proceso del desarrollo del arte en México, es sin duda Mathias Goeritz (Danzig 1915-Ciudad de México 1990).

Redacción
Todo menos politica
“La Serpiente”, escultura de Mathias Goeritz
Foto: Especial

Uno de nuestros artistas mayores, a la par de prolífico e influyente y que de manera contundente enriqueció el proceso del desarrollo del arte en México, es sin duda Mathias Goeritz (Danzig 1915-Ciudad de México 1990).

De origen alemán, estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Berlín-Charlottenburg y se doctoró en Filosofía e Historia del Arte en la Universidad de Berlín.


En 1941 se mudó a Tetuán, Marruecos, y cuatro años después, en 1945, a la provincia española de Granada, donde comenzó su intensa relación con el español y su cultura, viviendo varios años en España.

En 1948 nuevamente se mudó dentro de la Península Ibérica, esta vez a Santillana del Mar, para ser parte activa de la fundación —junto con Eugenio d’Ors, Rafael Santos Torroella, Eduardo Westerdahl, Joan Miró y el escultor Ángel Ferrant, quien influyó en su obra de manera fundamental— de la ahora famosa Escuela de Altamira, cuyo lema era Todos los hombres, por fin hermanos, se convierten en artistas.


A la par docente y artista, Mathias Goeritz era un promotor nato. Tanto así, que organizó la primera gran muestra del pintor catalán Joan Miró en España después de diez años sin exponer en su propio país.

La inquietud natural de Goeritz lo llevó a Madrid, donde entró al círculo de la Galería Clan y fue un miembro sumamente activo, a la par de publicar constantemente en revistas dedicadas al arte en el circuito cultural madrileño y catalán.

Mexicano

La II Guerra Mundial ya había comenzado cuando Mathias Goeritz, gracias al interés del entonces rector Jorge Matute Remus por incorporar profesionistas europeos a la planta de profesores, recibió la invitación de la Universidad de Guadalajara para incorporarse como docente en la recién fundada Escuela de Arquitectura.

Así es como llega Mathias Goeritz a México en 1949, estableciéndose en Jalisco primero, para finalmente residir definitivamente en la Ciudad de México en 1952, donde se nacionalizó como mexicano y vivió profundamente sus últimas cuatro décadas hasta que murió a los 75 años.