Ciudades eficientes, edificios inteligentes

Los edificios funcionan de manera más eficiente si integran distintas tecnologías dentro de ellos.

Martha Mejía
Bienestar
Edificios, segundo consumidor de energía
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De acuerdo con proyecciones de Naciones Unidas, para 2030 la mayor parte de la población mundial vivirá en megaciudades, es decir, en ciudades con más de 10 millones de habitantes: estos cambios tendrán un impacto directo sobre la movilidad, la seguridad, el urbanismo y el abastecimiento energético, entre otras cosas.

Todos estos elementos son retos que deben enfrentarse desde hoy con construcciones ultramodernas, cuya tecnología de avanzada englobe soluciones de seguridad y energía, siempre respetuosas con el medio ambiente.

Energía

Los edificios son —luego de la industria y el transporte— los mayores consumidores de energía en las ciudades.

Según datos de la Unión Europea, las infraestructuras representan 40% del consumo total de Europa y suponen 21% de las emisiones de CO2.

La tecnología es clave para dar respuesta a estos problemas, ya que puede hacer un seguimiento del funcionamiento del edificio, detectar los comportamientos poco eficientes y conseguir importantes ahorros de energía y por ende económicos.

Factores como la automatización de edificios para calefacción, ventilación y climatización, así como distribución de electricidad de baja y media tensión y sistemas de iluminación, han conseguido que 6 mil 500 edificios de todo el mundo sean hoy más eficientes al haber logrado reducir su consumo energético.

Ahorro y confort

Un edificio debe funcionar productivamente, es decir, debe usar todos los recursos que lo conforman de manera económica y al mismo tiempo hacer de un lugar de trabajo o de vivienda un sitio más agradable y cómodo al reaccionar automáticamente ante cambios climáticos y proteger a las personas, a sus datos, a sus viviendas y sus procesos de negocios frente a robos o siniestros.

La pregunta es: ¿cómo se logra?

Los edificios funcionan de manera más eficiente si integran distintas tecnologías dentro de ellos: entre más innovación, mayor funcionalidad. Después de todo, un edificio sólo puede ser inteligente si existe un intercambio constante de información entre los distintos sistemas que lo integran.

Los inmuebles reaccionarán más rápido y de forma más segura ante cualquier riesgo si su sistema de automatización está en contacto continuo con los sistemas de seguridad y protección contra incendios.

Pero para personalizar esas soluciones de acuerdo a los deseos y necesidades de cada empresa o persona es necesario que el responsable de llevar a cabo el diseño y la construcción del edificio conozca el perfil de cada usuario y sus objetivos, así como los riesgos y peligros a los que se enfrentan.

Ese conocimiento es el que permite diseñar soluciones para industrias específicas, por ejemplo: vivienda, aeropuertos, hospitales, hoteles, laboratorios farmacéuticos, estadios, entre otros.

Se trata de una estrategia que permite acortar la fase de ingeniería, reducir el tiempo de instalación, minimizar el riesgo del proyecto, maximizar el rendimiento y optimizar los costos del funcionamiento.

Automatización

No obstante, el principio que está detrás de todas estas soluciones es que los edificios solo deben funcionar cuando haya gente trabajando adentro.

Un buen sistema de automatización considerará, por ejemplo, que una persona deja su oficina aproximadamente a mediodía.

Cuando esto sucede la temperatura ambiente y la ventilación de su oficina se reducen; hacia el anochecer, el sistema de control de accesos registra el regreso de la persona a su lugar de trabajo a fin de restablecer automáticamente los niveles de temperatura y ventilación de la oficina.

En cuanto llega a su oficina un detector de movimiento enciende la luz. Así es como un edificio inteligente sirve al usuario e implementa eficientemente las medidas de ahorro energéticas deseadas.

Cuanto mayor es la precisión con la que operan los sistemas y componentes, así como la intensidad de sus comunicaciones, mayores son los niveles de confort, protección y seguridad en el edificio.

Al garantizar que el sistema de protección contra incendios funciona en red con el control de ventilación, junto con la apertura y cierre de puertas del sistema de control de accesos, y que la iluminación esté conectada con el sistema de alarmas, los propietarios proporcionan mayor seguridad ya sea a su familia o empleados y protegen su patrimonio o sus procesos de negocios.

Seguridad

Otro punto de gran importancia es la seguridad. Dentro de un edificio inteligente esta va desde el control de accesos al inmueble con reconocimiento biométrico, pasando por innovadores equipos de vigilancia por video, sistemas de alarmas computarizados y sistemas de detección y extinción de incendios, hasta sistemas de evacuación operados por voz.

Un ejemplo de cómo opera es el siguiente: un detector de incendios registra el humo en una de las oficinas dentro del edificio; una cámara establece instantáneamente la fuente del peligro; mientras tanto, en la estación central de alarmas el panel de control de incendios recomienda avisar a los bomberos; en seguida los sistemas de automatización de edificios, control de accesos, evacuación y extinción se activan sistemáticamente.

Posterior a ello la automatización del edificio corta el suministro de aire en la fuente de incendio y genera una alta presión en las áreas colindantes del edificio, evitando así que el fuego se propague.

A la vez, el sistema de evacuación por voz guía a todas las personas en peligro inmediato fuera del edificio e informa a todos los demás que deben dejar el inmueble de forma calmada.

El sistema de automatización del edificio ilumina las rutas de escape. El control de accesos abre todas las puertas de la ruta de escape y cierra aquellas que llevan a la fuente de incendio. Las cámaras supervisan la evacuación. Los monitores de estación central de alarmas ayudan al cuerpo de bomberos a luchar contra el fuego de la mejor manera posible.

Toda esta tecnología reduce los tiempos de reacción y garantiza que la gente adecuada, ya sea bomberos, servicios médicos o policía, responda del modo y en el tiempo correcto.

La buena noticia es que aun cuando estas innovadoras soluciones tecnológicas parecieran de una ciudad futurista, todas ellas están ya al alcance de la mano tanto del gobierno como de la industria privada, así como de toda persona que quiera enfrentar el futuro de una manera más segura y responsable con el medio ambiente, sin tener que sacrificar el confort .