Los líderes republicanos en el Congreso prometieron tomar medidas en respuesta a la decisión migratoria de Barack Obama, pero aún no han precisado cómo.
Un intento de frenar su estrategia mediante la restricción del uso de fondos federales es una posibilidad, pero el presidente podría vetarlo. Otra opción sería incorporar el asunto en una demanda que la Cámara de Representantes presentó el viernes contra la decisión del gobierno de aplicar la ley de seguro de salud.
El cierre de gobierno, realizado hace un año para presionar ante el programa de salud público conocido como “Obamacare”, fue una forma de presión que los representantes republicanos en el Congreso ya descartaron.
Los sondeos públicos sugieren que la inmigración es un tema que divide a los conservadores que forman el núcleo del partido republicano del resto del electorado.
En encuestas de salida de las elecciones del 4 de noviembre, el 59% de los encuestados dijeron ser partidarios de permitir que los inmigrantes se queden en el país y trabajen aunque estén allí de forma ilegal, mientras que sólo el 39% dijo inclinarse por la deportación.
El apoyo a que se permita a los inmigrantes permanecer en el país era del 74% entre los hispanos, cuya influencia en las primarias republicanas a la presidencia suele ser mínimo, pero que representan a la parte de más rápido crecimiento en el electorado nacional.
Entre los republicanos conservadores, sólo el 36% dijo que los inmigrantes que estaban en el país de forma ilegal debían recibir un modo de legalizar su estado.