El discreto encanto del dinero fíat

¿Sabes cuándo y por qué fue creado el Servicio Secreto de Estados Unidos? El 5 de julio de 1865, para reprimir la falsificación de dinero. 

Guillermo Fárber
Columnas
¿Sabes cuándo y por qué fue creado el Servicio Secreto de Estados Unidos? El 5 de julio de 1865, para reprimir la falsificación de dinero.
Foto: Especial

¿Sabes cuándo y por qué fue creado el Servicio Secreto de Estados Unidos? El 5 de julio de 1865, para reprimir la falsificación de dinero. Hoy tiene más de seis mil empleados y esa sigue siendo su responsabilidad principal, aunque también custodia a algunas figuras políticas top y visitantes extranjeros.

Pero lo que hoy defiende no es realmente la moneda de EU, sino las notas de la Reserva Federal (que pasan por lo mismo pero no son lo mismo). Quizá por eso no depende más de la Secretaría del Tesoro sino, desde 2003, del Departamento de Seguridad Nacional.


El concepto “falsificación de dinero” suena terrible, ¿no te parece? Evoca imágenes de personajes malévolos en sótanos tenebrosos, imprimiendo papelitos dudosos con los cuales adquirir bienes y servicios de verdad. Bueno, pues eso es exactamente lo que hacen todos los bancos centrales: obtienen de la nada el poder suficiente para comprar todo cuanto esté a la venta: materias primas, productos terminados, sistemas, voluntades, destinos, presentes y futuros.

Tomemos por ejemplo el banco central más famoso del mundo: la Reserva Federal. A punta de teclazos en computadora ha incrementado su balance en 500%, al pasar de 750 millardos en 2007 a 4.2 anglotrillones hoy. Con esa burrada de dinero fiat ha “comprado” bonos del Tesoro y otros valores gubernamentales que le generan intereses por casi 83 mil millones de dólares al año.

¡Mago, magazo!

Gracias a esa chulada de truco hoy la Fed está cómodamente sentada sobre un cerrito de 4,500,000,000,000 dólares a los que ordeña intereses. Este megaingreso se lo exprime la Fed al erario de EU (los contribuyentes gringos, en realidad) a partir de un “dinero” que esta misma creó a partir literalmente de la nada. Imagínate qué chulada. Sacar algo (más bien mucho) de la nada. Con razón se persigue con tal celo a los falsificadores de moneda. Como reza la vieja frase: está prohibido robar; al gobierno no le gusta la competencia.

Pero lo más importante y terrible de este colosal engaño es un concepto básico. Imagínate un muro gigantesco que separa a la Fed (o a cualquier otro banco central) de la economía real de cualquier país. En otras palabras, si el dinero está en la Fed, no está en la economía y por lo tanto no puede ser usado por ningún gobierno federal estatal o municipal, empresas de cualquier tamaño ni familias de cualquier índole. La conclusión es un aserto tremendo que no es comúnmente apreciado en todo su impacto: el dinero que está en la Fed no es parte de la economía. Por tanto no puede ser gastado, prestado o invertido por ningún actor de la economía real.

Por eso los programas de creación de “dinero” fíat de la nada (QE1, QE2, QE3, etcétera) son lo menos parecido a los “estímulos” que dicen ser. De hecho son todo lo contrario: rémoras, lastres, trabas… frenos. De ahí el empobrecimiento general, el desempleo y demás impertinencias.