Oportunidad perdida

Los precios internacionales han estado en realidad altos desde 2000, cuando el West Texas Intermediate se ubicó en 30 dólares por barril.

Sergio Sarmiento
Columnas
Los precios internacionales han estado en realidad altos desde 2000, cuando el West Texas Intermediate se ubicó en 30 dólares por barril.
Foto: Especial

Hemos tenido altos precios del petróleo durante tantos años, que algunos piensan que hay algo injusto en que en unos cuantos meses se hayan desplomado. El crudo mexicano de exportación se cotizó en 100 dólares por barril entre 2011 y 2013.

Los precios internacionales han estado en realidad altos desde 2000, cuando el West Texas Intermediate se ubicó en 30 dólares por barril.

La caída del precio del petróleo es, más que un fenómeno temporal, un retorno a los precios históricos. La primera vez que el crudo ligero rebasó los 50 dólares fue en 2004. Niveles como los de los últimos tres años no se habían visto nunca. El que precios tan altos se hubieran podido mantener tanto tiempo solo nos demuestra que el mercado del petróleo ha sido manipulado por un cártel, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, dominado por un gran productor que es Arabia Saudita.

Lo que durante años no entendieron los jefes y jerarcas de la OPEP es que si los precios del crudo se mantenían a niveles extraordinariamente altos durante mucho tiempo se generarían incentivos para una producción mayor. Los precios superiores a los 100 dólares por barril hicieron que los crudos no convencionales se produjeran y vendieran con una utilidad razonable. El petróleo de aguas profundas y el que se extrae de rocas de esquisto a través de la fractura hidráulica tienen costos de producción de 40 o 50 dólares por barril, contra siete dólares en México o quizá tres dólares en Arabia.

En la mayoría de los países la industria del petróleo está tan controlada por gobiernos, que resultaba difícil tener una revolución tecnológica. En Estados Unidos, sin embargo, se reunieron una serie de características que hicieron posible el boom de producción. La Unión Americana es quizá ya el último país en el que se mantiene el principio de que el dueño del suelo es también dueño de los recursos del subsuelo. El país tiene también una gran libertad de inversión en la industria energética y empresarios con recursos e inventiva. Por eso surgieron ahí las nuevas tecnologías de producción en aguas profundas y de fractura hidráulica de rocas sedimentarias. Una consecuencia es que la producción de Estados Unidos pasó de cuatro millones de barriles diarios en 2004 a nueve millones en 2014. Estos barriles cambiaron las reglas del mercado.

Idea

Arabia Saudita se ha negado a seguir reduciendo su producción para compensar el aumento de la extracción estadunidense. Ha decidido mantener una producción alta para provocar la baja del precio, con la idea de que así podrá sacar del mercado a los productores estadunidenses de altos costos. Supongo que esa estrategia pondrá en problemas a muchos productores en Estados Unidos, pero tan pronto suban los precios volverá a aumentar la producción.

Difícilmente regresará el petróleo a las cotizaciones que vimos entre 2011 y 2013. Nuestros gobiernos desaprovecharon una bonanza que no podía durar toda la vida.