Veracruz: las integraciones regionales y culturales

Dentro de las intensas dinámicas contemporáneas la formación de asociaciones entre países es cada vez más frecuente.

Javier Oliva Posada
Columnas
La foto oficial de la Cumbre Iberoamericana en Veracruz
Foto: Especial

Dentro de las intensas dinámicas contemporáneas la formación de asociaciones entre países es cada vez más frecuente. Estas pueden ser diplomáticas, comerciales, militares, migratorias o varias de estas opciones de manera simultánea. Sin duda, la experiencia más exitosa y compleja es la Unión Europea.

Ha habido otro tipo de comunidades, como el Commonwealth, que asocia a la mancomunidad británica.

Las relaciones se vuelven un tanto más fluidas cuando se comparten aspectos culturales en general. Por ejemplo, idioma, religión (aunque no sea un criterio explícito), raza —allí tenemos a la Liga Árabe.

Hispanoamérica comparte un total de dos idiomas predominantes, mientras que la Unión Europea tiene 24 lenguas oficiales. Podemos recordar, por ejemplo, el interesante debate de hace algunos años, cuando se propuso eliminar de los teclados de las computadoras la letra “ñ” en Europa. Ni qué decir del diptongo “œ” francés, que también fue impugnado.

Estas en apariencia nimiedades tocan el fondo de algunos de los principales problemas con los que se encuentran las naciones al momento de tratar de encontrar vías para que las relaciones las hagan más fuertes y, de ser posible, estar en condiciones de sumarse y hasta de encabezar procesos georregionales.

En particular, Latinoamérica junto con España y Portugal tienen amplias ventajas comparativas para alcanzar acuerdos y puntos de identidad que la historia y la cultura compartidas les permiten.

La reunión en Veracruz de los días 7 y 8 pasados es uno de esos foros que deben concitar la atención del mundo de los bloques regionales y geopolíticos. No obstante las sensibles ausencias de seis mandatarios, los efectos de la reunión están dirigidos a hacer sentir la importancia de la educación. Ya sea como fórmula para contener y reducir los márgenes de pobreza, ya sea para generar espacios de entendimiento para el intercambio y movilidad académicos, se trata de foros donde el resultado de las decisiones se verá en algunos años.

Elemental

Para México es una opción relevante, dada la fuerte afectación de su imagen en el mundo como consecuencia de los acontecimientos de los días 26 y 27 de septiembre pasados. Nadie puede negar que esas percepciones negativas tienen consecuencias en el ritmo de inversiones nacionales y extranjeras, en la confianza en autoridades locales y federales, así como en las capacidades para cumplir y aplicar el Estado de Derecho.

De tal manera que para tratar de reconstituir la imagen del país hacen falta, además de la realización de este encuentro, decisiones que pongan en claro el compromiso del gobierno de la República para señalar la nueva ruta de y para el desarrollo.

Evaluar, rectificar y ajustar forma parte del más elemental sentido de administración pública; las condiciones nunca son las mismas de cuando se inició una determinada gestión. Y esa certeza implica, a su vez, reconocer que el ambiente internacional es cambiante y con una lógica específica que, sin duda, repercute de forma negativa hacia el interior de los países cuando se desconoce su dinámica. Es por esto que el éxito de la reunión Iberoamericana en Veracruz podrá constatarse en al menos dos años.

Reconocer que hay ajustes en las decisiones y programas para la recuperación de la seguridad pública sin duda ayuda pero también, en esa misma lógica, aceptar el deterioro de la imagen de México facilita cimentar las bases de la recuperación y presencia internacionales.