La bipolaridad, una enfermedad que impacta profundamente al paciente y su entorno, afecta a 1.6% de los mexicanos, expuso Ingrid Vargas Huicochea, del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La experta presentó los datos de un estudio realizado entre 2009 y 2013, del cual destacó lo siguiente:
- Los afectados tardan entre 8 y 12 años en buscar atención, hasta que resultan evidentes consecuencias como el abandono de metas académico-profesionales, divorcios, problemas legales y abuso de sustancias.
- Las repercusiones familiares incluyen echar mano de ahorros y patrimonio para costear tratamientos.
- Es un mal que oscila entre la depresión y la esquizofrenia pues comprende aspectos emocionales y posibles episodios psicóticos.
- En la actualidad se conoce que los pacientes deben recibir tratamiento con estabilizadores del ánimo, aunque también es posible emplear la psicoterapia cognitivo-conductual.
- En el núcleo familiar, no todos los miembros atienden al enfermo y quien asume esa responsabilidad suele ser una mujer.
- El padecimiento se puede presentar a cualquier edad, incluso en niños y adultos mayores, aunque lo habitual es que se manifieste entre los 30 y los 40 años.
Vargas advirtió que todos tienen derecho a experimentar cambios de humor, pero hay que observar si estas modificaciones se intensifican y prolongan. “Esto no tiene que ver con una forma de ser, es una patología con implicaciones en la vida del individuo”, concluyó la experta.