Mujeres militares intimidan al Estado Islámico

La presencia de mujeres entre las milicias no es fenómeno reciente, pero ha sido objeto de atención ahora que el número de voluntarias ha aumentado sustancialmente.

Agencias
Política
En Turquía las voluntarias se unen a la Unidad de Mujeres Libres-Star (YJA-Star), la sección de mujeres de las Unidades de Protección Popular (YPG*).
Foto: NTX

El autoproclamado Estado Islámico no tiene intención alguna de detener su avance en Irak y Siria. El ejército iraquí, entrenado y provisto de armas de los Estados Unidos, no está a la altura de tal enemigo.

Los únicos que realmente frenan el ímpetu de los yihadistas son los combatientes kurdos, hombres y mujeres, de Siria, Irak y Turquía.

Los kurdos turcos, lejos de su tierra, son voluntarios que desde hace meses resisten el embate de los milicianos del califato. Están desplegados principalmente en Irak y entre ellos hay batallones enteros de mujeres soldados.

La presencia de mujeres entre las milicias no es fenómeno reciente, pero ha sido objeto de atención ahora que el número de voluntarias ha aumentado sustancialmente. Muchas son jóvenes, tienen entre 18 y 25 años, y en algunos casos se inscriben también menores, aunque no con funciones de combate.

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En Turquía las voluntarias se unen a la Unidad de Mujeres Libres-Star (YJA-Star), la sección de mujeres de las Unidades de Protección Popular (YPG*).

Las mujeres representan poco menos de un tercio del grupo rebelde kurdo turco, activo sobre todo en la rica provincia petrolera de Kirkuk, en el norte de Irak, escenario de frecuentes enfrentamientos contra los terroristas.

Las combatientes YJA-Star reciben un entrenamiento militar duro, igual que los hombres. Cuando lo terminan, ya pueden entrar en el campo de batalla.

“Nosotras usamos pistolas, Kalashnikovs y conducimos tanques, igual que los hombres”, dice Sorxwin, de 25 años, combatiente de las YJA-Star desde 2007 y que ahora está destinada en la base de Matara, cerca de Kirkuk.

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Sorxwin es originaria de un pequeño pueblo, cuyo nombre prefiere no revelar, en la frontera con Irak. En su familia, 11 miembros incluyendo a una hermana más joven han decidido tomar las armas por la causa kurda.

“Cuando era pequeña jamás pensé que me podía convertir en una YJA-Star. Luego, al crecer, me di cuenta de lo mucho que mi nación (kurda) me necesitaba. Para defender a mi pueblo he llegado a ser muy buena con el bazuca”, continúa Sorxwin.

Meniyd, de 22 años, combatiente YJA-Star desde 2010, explica que además de luchar por un Kurdistán libre ella y sus compañeras se enfrentan al Estado Islámico en calidad de mujeres:

“Daesh (el acrónimo árabe de Dawlat al-Islâmiyya fî al-Irâq wa s-Shâm, como también se llama el Estado Islámico), además de ser una amenaza para los kurdos, es una grave amenaza para todas las mujeres. Las YJA-Star también luchamos contra esta mentalidad primitiva”.

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