Venta de autos eléctricos: Negocio del futuro

Menores costos por uso y mantenimiento, cero emisiones contaminantes e incentivos fiscales para sus poseedores, entre sus beneficios.

Georgianna Meza
Bienestar
Menores costos por uso y mantenimiento, cero emisiones contaminantes e incentivos fiscales para sus poseedores, entre sus beneficios.
Foto: NTX

Para nadie es un secreto que buena parte de la contaminación que se vive en las grandes ciudades del orbe es producida por las emisiones de autos de combustión interna.

En el caso de México, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones de dióxido de carbono (CO2) contribuyen con 66% del total de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) generados en el país, que durante los últimos 20 años crecieron 24%. De ese total, explica, 31% proviene del transporte y de esta cifra 95% es generado por vehículos automotores.

Como producto de lo anterior, estudios epidemiológicos realizados por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revelan que casi mil personas mueren cada año en la Ciudad de México a causa de las altas concentraciones de partículas contaminantes PM 2.5 en el aire (partículas menores a 2.5 micrometros y 100 veces más delgadas que un cabello humano), mientras que 70% de las emisiones contaminantes en la Zona Metropolitana del Valle de México provienen del sector transporte.

Es así que ante la apremiante necesidad de reducir las emisiones de CO2 e incentivar el uso de energía limpia para las nuevas opciones de movilidad, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, y el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, pusieron en marcha cuatro estaciones de carga para vehículos eléctricos (denominadas electrolineras públicas).

Localizadas en cuatro tiendas de autoservicio del Valle de México las estaciones ofrecerán el servicio de manera gratuita y forman parte de un proyecto para mejorar la calidad del aire, promover las prácticas sustentables e impulsar las innovaciones de tecnología vanguardista y eficiente en un programa nacional.

Transición

Al asegurar que el presidente Enrique Peña Nieto está consciente de que “el principal reto que enfrenta la humanidad en el siglo XXI se llama cambio climático y que no hay otro desafío que nos una a todos los países por igual”, Guerra Abud señaló que con la puesta en marcha de los centros de recarga para vehículos eléctricos da inicio un proceso de transición hacia un sistema de transporte que reduzca sus emisiones al punto de llegar a cero.

El titular de la Semarnat añadió que en aras de alcanzar tal objetivo se busca dar un estímulo importante a los dueños de autos eléctricos, ya que las recargas serán de forma gratuita, lo que se suma también al ahorro en general que representa recargar un auto eléctrico comparado con uno de gasolina.

El funcionario federal informó que actualmente se desplazan en el país casi 200 vehículos eléctricos e indicó que con la finalidad de estimular su expansión se busca dar algún incentivo de tipo fiscal, el cual todavía está por definirse, para que logre extenderse de manera importante el uso de este tipo de autos en México.

Asimismo, subrayó que “México está viviendo los primeros resultados tangibles de la reforma energética, lo que se traducirá en la producción de energía limpia en pro del medio ambiente”.

Mirar al futuro

Con el inicio de operaciones de las electrolineras se gesta en México uno de los negocios más prósperos del futuro: la venta de autos eléctricos, pues de acuerdo con la empresa francesa Schneider Electric —que tiene la base instalada de distribución eléctrica más grande de México, desde la empresa del servicio eléctrico (CFE) hasta el usuario final—, desviar la ruta de la casa al trabajo, la escuela o viceversa para cargar combustible poco a poco irá siendo cosa del pasado gracias a la posibilidad de recargar las baterías de esos vehículos en el propio hogar o en las electrolineras.

Daniel López, líder de la unidad de vehículo eléctrico de Schneider México, explica que el incipiente uso de este tipo de autos podría multiplicarse “dependiendo de cómo se incentive la compra de los vehículos eléctricos e híbridos (eléctricos-gasolina) desde el gobierno”.

En este sentido, dice, “los usuarios deben disponer de un acceso óptimo a estaciones de recarga en cualquier momento y lugar, y este es un reto que deben asumir los gobiernos federal, estatales y municipales”.

Explica que algunos elementos que tanto la industria automotriz como la eléctrica negocian para empujar la comercialización masiva de los autos eléctricos son la exención del pago del IVA en vehículos cero emisiones, tarifa eléctrica especial en los hogares para recarga de las baterías y el desarrollo de corredores eléctricos interestatales.

Asimismo, la asignación de “placas verdes” que permitan la exención de pago de segundos pisos y de parquímetros, además de cajones de estacionamiento preferenciales en centros de esparcimiento, espacios comerciales, edificios residenciales y de oficinas, así como en estacionamientos públicos y privados.

Daniel López dice con convicción que “el vehículo eléctrico llegó para quedarse”, debido a que además de las múltiples ventajas que ofrece a sus propietarios, “tomando en cuenta el recorrido promedio mensual en la Ciudad de México de un auto convencional (casi mil 500 kilómetros), el gasto de un auto eléctrico es de 700 pesos, lo que representa un ahorro de mil pesos frente a un automóvil de cuatro cilindros y de dos mil pesos en comparación con uno de seis”.

Además, menciona, a lo largo de su vida útil un auto eléctrico puede recorrer hasta un millón de kilómetros y sufrir apenas un tercio de las averías que el propietario de un auto a gasolina debe reparar.

El sector automotriz en México representa casi 6% del PIB y muchos países en el mundo han anunciado que para 2050 tendrán un mercado exclusivamente de autos eléctricos.

Opciones de recarga

Actualmente las recargas de un auto eléctrico, que cuenta con un cargador integrado que le permite conectarse a cualquier enchufe de 120 volts, pueden ir de doce a 14 horas, lo que genera la necesidad de desarrollar cargadores residenciales y comerciales donde sea posible cargar dos o tres vehículos al mismo tiempo con voltajes de 220-240 volts, como los que ofrecen las electrolineras. En este caso la carga completa, que permite recorridos por hasta 140 kilómetros, se alcanza en un periodo de cuatro a ocho horas.

A nivel global, 65% de las recargas se realiza en los hogares, pues la mayoría de las armadoras dan al usuario la opción de contar con una estación de recarga residencial al momento de comprar un auto eléctrico. Diez años, en promedio, es la vida útil de las baterías para los vehículos ecológicos.