El político ruso Boris Nemtsov, un conocido opositor del gobierno del presidente Vladimir Putin y veterano de la política, fue asesinado la semana pasada por un grupo de desconocidos.
4 disparos por la espalda fueron suficientes para quitarle la vida al dirigente liberal, quien paseaba con una joven mujer cerca del Kremlin, en el centro de Moscú, al momento de su muerte.
La sorpresa del atentado no sólo se debe al personaje, sino a su postura política en torno al actual régimen en su país, lo que ha levantado sospechas sobre los autores materiales e intelectuales del crimen.
Boris Yefimovich Nemtsov nació en Sochi, en la todavía Unión Soviética, en 1959. Tras estudiar Física y Matemáticas en su juventud, en 1986 comenzaría su carrera política, al organizar una protesta en contra de la construcción de una planta nuclear, esto en el contexto del desastre en Chernobyl.
En 1989, compitió para un lugar en el Congreso de Diputados del Pueblo de la Unión Soviética, pero perdió debido a las ideas -entonces radicales- de multipartidismo y propiedad y empresas privadas. Ganaría al año siguiente, en las primeras elecciones libres en Rusia, para unirse al parlamento.
A partir de 1991, Nemtsov entablaría una amistad con el entonces presidente Boris Yeltsin, quien fue una figura determinante durante gran parte de su carrera política.
Junto a Yeltsin, vivió un intento de golpe de estado, una serie de reformas liberales y se le opondría, incluso, en torno a la guerra en Chechenia, en contra de la cual consiguió 1 millón de firmas.
Nemtsov fue nombrado, en 1997, como Primer Ministro de la Federación Rusa, con la tarea de reformar el sector energético.
A la llegada de Vladimir Putin al poder, Nemtsov continuaría en la política como líder de oposición, aunque los movimientos críticos del presidente ruso perderían fuerza durante el resto de la década.
En 2007, 2010 y 2011, el político continuó con protestas que incluso lo llevaron a la cárcel.
Poco antes de su fallecimiento, Nemtsov trabajaba en un documento en el que, presuntamente, revelaría la presencia de militares rusos en Ucrania, pese a que el régimen de Putin ha negado rotundamente estos señalamientos en ocasiones previas.
Las teorías sobre el motivo del asesinato de Nemtsov han sido varias, aunque muchos ya señalan al presidente Vladimir Putin de ser responsable del crimen.
El mandatario ruso, quizá de manera anticipada a las acusaciones, condenó el crimen y ordenó una investigación inmediata.
Por su parte, líderes liberales y opositores al régimen ruso, así como incluso el presidente estadunidense Barack Obama, indican que Nemtsov fue víctima de la precaria situación actual de derechos humanos en Rusia.
La verdad sobre la muerte del opositor ruso aún está por revelarse.