El equipo de producción de la nueva película de James Bond está acusado de armar escándalo durante un vuelo de Inglaterra a la ciudad de México.
La casa productora de la película decidió rentar un avión a Hi Fly, empresa portuguesa, para que viajaran 150 personas entre camarógrafos, técnicos y dobles.
Se acusa a algunos de los miembros del equipo de que iban alcoholizados al momento de abordar y después fueron vomitaron y se orinaron en los asientos.
Los reportes indican que la compañía a la que se rentó el avión accedió a realizar el vuelo de regreso únicamente si no se servía alcohol durante el trayecto.
Con información de The Telegraph.