La megafalla ubicada en la costa del Pacífico posee características similares a la de Japón, que causó un terremoto de 9 grados, dijo María Teresa Ramírez Herrera, investigadora del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Antes del terremoto en Japón, se pensaba que la zona de subducción mexicana no representaba un peligro, pues se creía que éstas no se movían completamente al mismo tiempo porque hay unos segmentos que están atorados y son los que acumulan la energía.
No obstante, en el caso de Tohoku, Japón, se movió toda la falla, tanto la zona que estaba “atorada” lo que derivó finalmente en el movimiento sísmico de nueve grados de magnitud.
Explicó que el movimiento telúrico que registró Japón el 11 de marzo de 2011 se convirtió en un parteaguas en el conocimiento sísmico, ya que generó un cambio de paradigma debido a su inesperada magnitud.