Las elecciones de este año traerán a los ciudadanos la posibilidad de participar en las decisiones que se toman en su comunidad, al elegir a quienes los representarán dentro de las instituciones.
Y si no es así, por lo menos reirán mucho.
Para muestra, basta echarle un vistazo a estas pifias que, con apenas unas semanas de campaña, ya dejaron para la posteridad algunos candidatos.
Tony Meléndez (PRI)
El candidato a diputado por el V Distrito de Chihuahua y cantante del Conjunto Primavera ya advirtió que sólo legislará los martes y los jueves porque, lo suyo lo suyo lo suyo, es la artisteada. Si gana, esperemos que en San Lázaro no se les ocurra tomar decisiones importantes en esos días.
Mauricio Alba Moreno (Partido Humanista)
Durante una entrevista, el candidato a diputado por el II Distrito de Aguascalientes afirmó que su peor defecto es “ser mexicano”. Habrá que recordarle a este brillante estadista que: a) está en medio de una campaña para ganar la simpatía de electores; b) sus electores son mexicanos.
Iván Garza Téllez (PAN)
El aspirante a la alcaldía de Monterrey, Nuevo León, afirmó en un spot que estudió en la Universidad de Harvard. No obstante, pronto trascendió que el candidato sólo acudió a un curso de 5 días de “Liderazgo y Función Pública”. Garza se defiende al indicar que, técnicamente, sí estudió en Harvard. Las redes sociales fueron despiadadas con las burlas, pero justas.
Arturo Arriaga Macías (Partido Encuentro Social)
El ahora ex candidato a la gubernatura de San Luis Potosí comparó la homosexualidad, el aborto y las madres solteras con problemas como el narcotráfico, la violencia y la seguridad. ¿La razón? Porque todos ellos rompen con el modelo de la “familia tradicional”. El desafortunado (para él) comentario le costó la candidatura.
Cuauhtémoc Blanco (Partido Encuentro Social)
La leyenda del futbol mexicano, hoy candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca, parece olvidar de vez en cuándo qué partido lo postuló para el cargo. Durante un mitin, pidió el voto al PRD. Al día siguiente, pidió una disculpa por el error y prometió que, de ganar, no los cometerá. Gracias, Cuau, tu promesa nos reconforta.