Democracia y ciberespacio

En México la web se ha popularizado de forma constante y a gran velocidad: su uso permea hoy a tal grado en la ciudadanía, que es ya una herramienta clave para la vida democrática del país.

Redacción
Todo menos politica
Democracia ciberespacio
Foto: Creative Commons

Por: Norberto Vázquez y Arturo Moncada

Actualmente México vive un proceso electoral clave para la democracia nacional y está claro que en los últimos años los acontecimientos políticos relacionados con el uso de internet han ido en aumento: las transformaciones en las comunicaciones siempre han estado al centro de los cambios en las organizaciones sociales y la web no es una excepción, pues el acceso global de los ciudadanos a la información hacen de las redes sociales una herramienta de gran relevancia para las campañas y la toma de decisiones.


De hecho, el tema de internet dejó de ser exclusivo del área de las telecomunicaciones, para convertirse a todas luces en un tema de política, de productividad, de educación, de cultura: en un tema integral.

A estas alturas del siglo ya es claro que internet es un servicio transversal: quien no tenga acceso regular a la red está sufriendo una merma en sus capacidades económicas, culturales y educativas, pero también de participación política.

Y esto resulta evidente en las campañas proselitistas de este 2015, un año intenso en lo político: el 7 de junio habrá elecciones para gobernadores, alcaldes, diputados federales, delegados y legisladores locales.

El tema principal a debatir en este sentido es, sin duda, sobre qué bases van a votar las personas que están desconectadas de la red y están perdiéndose por ello de un inmenso bagaje de información.

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Antecedente

En México en los últimos años el uso de internet se ha extendido y popularizado de forma constante y a una gran velocidad, considerando que la mayoría de los mexicanos no conocieron la llamada red de redes hasta 1995, cuando inició su incorporación a los centros de trabajo y los hogares de manera paulatina.

La Asociación Mexicana de Internet (Amipci) dio a conocer que el número de internautas en México alcanzó los 51.2 millones en 2014, al cierre de ese mismo año la cifra aumentó hasta los 55.3 millones.

División

Aunque estas cifras sobre el uso de internet son para algunos positivas, muchos otros aseveran que falta mucho camino por recorrer, dice Piedras.

Para finales de 2015, el 60% de la población será internauta en México. Es importante definir a quién se le nombra internauta, porque un usuario ocasional que ocupe pocos minutos al mes la web no lo es. Se ha avanzado mucho. Tenemos ya más de 55 millones de usuarios. No obstante, la mayoría de los mexicanos, es decir, 65.1 millones, no tiene conectividad.

Es muy preocupante que 54% de la población, más de la mitad de los mexicanos, no tenga todavía conexión a la red, aseguró Ernesto Piedras, CEO y director general de la consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU).

—¿La llamada brecha de conectividad afecta a la democracia en el país?

Cuando pensamos en temas electorales, cuando vemos que más de la mitad de la gente no está conectada y cuando observamos cómo las personas conectadas son más participativas y ven información en tiempo real, opinan en redes sociales, etcétera, es alarmante especular lo que hará alguien que no está conectado, por ejemplo durante el voto.

—¿Considera urgente reducir la brecha de conectividad?

—Totalmente. La inequidad que padecemos en el país, la mala distribución del ingreso, de satisfactores de salud, de educación, va emparejada con la mala distribución de accesos y hay que recordar que internet se está convirtiendo en un medio precedente para informarnos, para opinar, para recibir educación, cultura y entretenimiento.

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TIC en política

La aportación en la participación política a través de las Tecnologías de Información y la Comunicación puede concebirse, a grandes rasgos, de dos modos: la protesta por medio del activismo y la participación ciudadana con autonomía del Estado.

El primero posee mayor popularidad porque implica un activismo de reacción, es decir, resulta muy emotivo y aunque a veces es efímero generalmente es intenso. Movimientos como el de la Primavera árabe, Los indignados o el Occupy movement, aunados a actividades de hackers, bloqueos, exhibición y denuncias desde Anonymousy WikiLeaks que han puesto en jaque a gobiernos, consorcios comerciales y corporaciones financieras, son ejemplos de este modo de participación política.

El segundo modo de participación es el involucramiento ciudadano, con autonomía del Estado, que busca la planeación programática de las políticas públicas y particularmente todo aquello que pueda influir en la autoridad para institucionalizar mecanismos de participación.

La difusión de la información a través de internet hace posible la participación de los ciudadanos en la vida pública y la difusión de los instrumentos de la democracia.

Así, durante las campañas políticas la web se usa prácticamente ya en todo el mundo para la difusión de las plataformas políticas de candidatos, señala por su parte el doctor Sergio Bárcena Juárez, profesor de análisis político del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

—¿En que parámetro se encuentra México en el uso de internet en el ámbito de propaganda política en este momento?

—La utilización de la propaganda política en la web se debe a que los usuarios de internet presentan características que los hacen particularmente atractivos.

En primer lugar, hay un consumo de redes sociales por parte del internauta de más de cinco horas diarias. En segundo lugar, las redes sociales tienen mayor nivel de penetración que cualquier otra tecnología en América Latina. En las redes sociales los usuarios son altamente interactivos; esto quiere decir que buscan retroalimentación de sus participaciones. Esta coyuntura se debe dimensionar en el proceso electoral actual.

Otra característica del usuario y elector potencial mexicano en las redes sociales y que lo hace particularmente atractivo es que son jóvenes en edad de votar y la mayor concentración de ellos se ubica entre los 28 y los 30 años.

—¿Qué genera esta campaña política a nivel de redes sociales: guerra sucia, información política o propaganda electoral?

—Bueno, de hecho creo que es sobre todo guerra sucia. No obstante, existen algunos candidatos que generan argumentos a través de las redes sociales. Digamos que la ventaja que tiene una red social es que no obliga a guardar el formato que tiene un spot, aunque estos mismos se presenten dentro de la red. De hecho, una de las críticas al spot es que solo puedes decir en 40 segundos un mensaje. Entonces hay una restricción, debido al formato, para generar mayor información bajo esas condiciones. En las redes sociales hay entonces quienes dan propuestas y quienes dan información negativa y regular.

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—¿Influyen en esto las empresas de trending topics?

—No creo que sean las empresas que generan trending topics las que influyan. Hay otras formas de medir los impactos que tiene el spot, otras maneras de ver qué influencia pueden tener. Creo que estamos en un momento donde si alguna persona realiza una propuesta, ya sea a manera informativa o de propaganda, y la sube a una red social, a pesar de que todos estemos en el esquema de la diversificación de la información y la propaganda tal vez no tenga tanto poder.

Me parece interesante que el esquema no solo funciona en redes sociales o en las empresas de trending topics: a veces todavía requerimos de los medios electrónicos de antaño para que tenga algún impacto.

Gracias a internet, la participación del ciudadano a nivel político, educativo, cultural, etcétera, tiene mayores alcances en las clases sociales y menos discriminación en las áreas de género, etnia o migración. De hecho, los contenidos políticos que se encuentran en la red rebasan ya a los medios tradicionales.

La web como herramienta de convocatoria no tiene paralelo: su capacidad de reciprocidad comunicativa provoca y genera una cultura digital que en el ámbito público avanza hacia una cultura política del ciberespacio que abarca entre muchas otras cosas la firma de peticiones al gobierno, el reclutamiento de simpatizantes, la recolección de fondos, las alianzas estratégicas, el levantamiento de encuestas online sobre conflictos o preferencias sociales, etcétera, además de todos los proselitismos electorales.

Por todo ello, el internet tiene hoy un gran impacto que contribuye a la discusión: genera no solamente información sino elementos para el debate, porque como no se tiene un regulador gubernamental no se puede establecer un límite o censura. En las redes sociales se tiene la posibilidad y la libertad de decir lo que se quiera. Fomentar la discusión es una gran contribución a la democracia.

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Particularidades de las TIC en la cultura democrática


  • Personas conectándose con personas.
  • Aplicaciones web conectándose con aplicaciones web.
  • Genera experiencia y cultura política entre personas.
  • Genera nueva información.
  • Inteligencia artificial para decisiones por interés del usuario.
  • Publicación, participación, procesamiento y transferencia de información.
  • Sistemas de manejo y gestión de contenido ligados a publicidad e ideologías.
  • Mapas temáticos automáticos.
  • Captura y tratamiento inteligente de datos.

Ventajas de las redes sociales en propaganda política



    • El internauta navega en redes sociales más de cinco horas al día.
    • Usuarios altamente interactivos buscan retroalimentación de sus participaciones.
    • Mayor nivel de penetración que cualquier otra tecnología.
    • Menor costo que otros espacios publicitarios.
    • Jóvenes en edad de votar: su mayor concentración se ubica entre los 28 y los 30 años.

Fuente: ComScore