La carencia de sueños y de planes de vida a largo plazo son causas que podrían llevar a un joven a cometer delitos, por lo que es necesario estrategias de prevención, aseguran organismos públicos y privados.
Se estima que en México existen más de 11 mil jóvenes recluidos en Comunidades de Tratamiento Especializado para Adolescentes (CTEA) y es el homicidio la primera causa de muerte de los jóvenes de entre 15 y 29 años, indicó Alma Eunice Rendón Cárdenas, directora general de Planeación Estratégica para la Prevención
Al participar en la conferencia “Adolescentes en conflicto con la ley”, organizado por el Departamento de Psicología la Universidad Iberoamericana, Rendón Cárdenas indicó que en esta población se encuentran tanto víctimas como victimarios de algún homicidio.
“Más de 60 por ciento de los delitos son cometidos por alguien en ese rango de edad”, señaló la especialista.
Abandonan la escuela a los 10 años
Al menos en el Distrito Federal, 67 por ciento de estos jóvenes abandonó la escuela antes de los diez años, y la mayoría sufrieron actos de violencia de toda índole en sus hogares, agregó.
Detalló que muchos trabajan desde los 12 años y gran parte de ellos son consumidores de droga. “A más de 60 por ciento les gustaría salir para apoyar a sus familias”.
La mayoría de los jóvenes que ingresaron a la CTEA cometieron delitos como robo con violencia, homicidio, portación de arma, robo de vehículos, delitos contra la salud y participación en delincuencia organizada.
Cumplen un destino que alguien más les diseñó
Otro de los problemas que afectan a los jóvenes es la discriminación, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), este es el grupo que sufre mayor rechazo debido a su condición laboral.
El organismo tiene registro de que los jóvenes en México se desenvuelven en escenarios laborales poco promisorios, con bajos sueldos y nulas prestaciones.
“Hemos descubierto que el principal problema es la falta de sueños. Simplemente cumplen un destino que alguien más escribió para ellos”, lamentó Cándano Consesa, cuya organización trabaja desde hace 30 años en la prevención social del delito.
La especialista señaló que una de las herramientas más útiles para un joven en prisión que desea reincorporarse a la sociedad es la elaboración de un proyecto de vida, acompañada de una búsqueda de intereses laborales y metas personales.