La peor sequía en California en más de un siglo

Martha Mejía
Todo menos politica
Sequía
Foto: Jesús Alenda / Creative Commons

California es una entidad de Estados Unidos situada en la Costa Suroeste del país. Se consolida como la más poblada de esa nación, ya que cuenta con casi 39 millones de habitantes y es el tercero con mayor extensión, después de Alaska y Texas.

California es la fuerza dominante en la economía de Estados Unidos: es el estado con el mayor Producto Interno Bruto (PIB) de la nación, además de que alberga a varias regiones económicas importantes del mundo tales como Los Ángeles, cuya principal actividad es el entretenimiento; el Valle Central, que se distingue por su extensa producción de agricultura; Tech Coast y Silicon Valley, que destacan por su desarrollo en informática y alta tecnología, y las regiones productoras de vinos como el Valle de Napa, Valle de Sonoma y las áreas del sur de California, Santa Bárbara y Paso Robles.


Sin embargo, varios de estos lugares literalmente se evaporan minuto a minuto gracias a la sequía más grande de los últimos años que azota a este territorio desde 2012.

Megasequía

Este proceso es un fenómeno cíclico que se presenta de forma natural, ha sucedido desde hace miles de años, pero por la contaminación de gases de efecto invernadero ahora se acentúa más y genera más calor, absorbiendo mucha más agua de la que puede retener, explica en entrevista José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM.


“El aire que forma la atmósfera de todo el mundo tiene diferentes movimientos, estos son los responsables de que se muevan las olas, que haya frío o calor, o que se den las estaciones del año tal y como las conocemos”, indica.

Pero estos movimientos forman en California unsistema de alta presión: “Son sistemas que ponen a girar el aire de todo el mundo, pero el efecto que tienen ahora en California es como el de una aspiradora de ese tamaño. Lo que está haciendo es que está secando el terreno, se lleva la humedad que existe en diferentes elementos y en su lugar deja unasequía; este proceso, producto de diferentes gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano, hace que sea aún más caliente, es decir, que se intensifique este efecto”, indica el también director e investigador de la asociación civil Servicios Ambientales y Cambio Climático (SACC).

Restricciones

Gracias a esto varias localidades intentan cambiar de la noche a la mañana sus hábitos de consumo, y es que ahora prefieren platos desechables a los de loza, la ducha diaria la han cambiado por pañuelos húmedos y los baños por pozos sépticos. Actividades como cocinar, lavarse las manos o la ropa son cosa imposible si no se tiene agua embotellada.

De acuerdo conel centro de experimentos climatológicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) el estado de California solo cuenta con reservas de agua para un año en su sistema de reservorios.

La meta es lograr un ahorro de 25% del consumo total del agua en todo el estado. Se pidió dejar de rociar los jardines, lavar los carros, restringir las duchas, el uso de inodoros y otras medidas acompañadas con multas de hasta diez mil dólares, algo sin precedente en Estados Unidos.

Bajo las nuevas restricciones las ciudades de toda California tienen que lograr un ahorro de 36% comparado con 2013. Sin embargo, a pesar de la situación tan crítica, el gobernador aún permite a las grandes corporaciones que cultivan ganado que sigan acabando con los pocos recursos hídricos que le quedan al estado, declaró hace poco Adam Scow, director de la ONG estadunidense Food & Water Watch California.

De acuerdo con la más reciente investigación del Pacific Institute, dedicado al estudio del medio ambiente con sede en Oakland, los californianos usan casi dos mil litros de agua al día, la mitad de esta asociada con la carne y los productos lácteos que consumen.

En California se produce cerca de la mitad de todas las frutas y vegetales que se consumen en Estados Unidos y más de 90% de las fresas, tomates, brócolis y almendras.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se necesitan 15 mil litros de agua para producir un kilo de carne de res, mientras que se requieren 70 litros para producir una manzana.

A pesar de que esta sequía histórica es consecuencia del cambio climático y la prolongada falta de lluvias, según científicos la agricultura es el mayor motor, pues mientras el consumo de agua por parte de residencias y negocios solo llega a 20% del total, son la agricultura y la ganadería las que consumen 80% del agua que se gasta en California.

Suelo desnudo

Lo que se ha perdido en California es mucha de su cobertura vegetal original para dar paso a procesos agrícolas, industriales, zonas urbanas y turísticas, explica Ordóñez Díaz.

“Lo que hicieron fue quitar el suelo bueno, logrando exponer todo el suelo y toda la humedad que tenían, y lo pusieron disponible para que se lo chupe el sistema de alta presión, es decir, gran parte de su suelo está sin protección”.

Las consecuencias mayores, asevera el especialista en cambio climático, “es que el suelo comience a colapsar ya que la humedad que lo mantiene como suelo pierda sus características y se abran grietas; que comience a haber disputas por la disponibilidad del agua y los bosques se empiecen a quemar solitos, además de que se produzca mayor cantidad de metano en ciertos lugares y que empiece, por ejemplo, a haber descomposición acelerada de materia orgánica”.

Quién gana y quién pierde

La Food & Water Watch California denuncia que por años el tema de la corrupción mantuvo a California como un estado donde no había límites para el uso de agua subterránea por parte de los propietarios de terrenos agrícolas.

Señala que esta batalla favoreció durante décadas a las grandes corporaciones sobre los pequeños granjeros permitiéndoles usar desmedidamente los recursos hídricos del estado, convirtiendo a California en una potencia agrícola a pesar de no tener los suficientes recursos hídricos.

La ONG señala que fue hasta el año pasado cuando el gobernador Jerry Brown firmó una ley para regular la extracción de agua subterránea. Sin embargo, la industria agrícola logró que la ley se posponga hasta 2040. Mientras tanto miles de personas en todo el estado no tienen agua con qué comer, bañarse o alimentarse.

Hasta el momento, de acuerdo con varios institutos de investigación, son dos mil 200 millones los daños ocasionados a la agricultura local, mientras que la sequía es uno de los factores que inciden en que los alimentos estén experimentando este año alzas promedio de entre 20% y 30 por ciento.

Al respecto Eugenio Cedillo Portugal, ingeniero en el cultivo de plantas egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo y responsable del Centro de Prácticas Productivas de la FES Aragón de la UNAM, señala en entrevista que este es un problema complejo ya que al escasear el agua la superficie de cultivo se reduce, “entonces hay menos oferta de producción; al haber menos oferta y que la demanda de productos permanece los precios tienden a subir, por lo tanto la población tiene que pagar más por esos alimentos, y por otro lado los trabajadores del campo (en su mayoría de origen mexicano), como hay menos superficie que cultivar, hay una demanda menor de mano de obra y por lo tanto mucha gente deja de trabajar puesto que comienzan a recibir un salario menor o en el peor de los casos ya no los contratan”.

Según un estudio realizado por la Universidad de California (UCLA), la sequía podría significar la pérdida de 17 mil 100 empleos en la agricultura. Por su parte, Ordóñez Díaz señala que cuando se agotan los forrajes básicos para los tres tipos de ganado se genera un estrés muy fuerte en torno al encarecimiento de la materia prima, la carne y el agotamiento del agua.

“Producir en estas condiciones puede aumentar hasta diez o 20 veces el costo de producir una hectárea de alfalfa, sorgo o trigo, pero además eso no garantiza que se conserven las condiciones de humedad en el terreno, es decir que las técnicas que estamos utilizando no son las adecuadas: tenemos que revertir ese proceso de producción, de siembra, de cosecha y de crianza del ganado”, apunta.

Aguas México

En este contexto México corre el peligro de padecer en 45 años una catástrofe climática por una megasequía en Estados Unidos, alertó la NASA en un estudio.

El doctor Ben Cook, del Centro Espacial Goddard de la NASA, explicó que el estudio proyectado para California advierte un panorama complicado para nuestro país.

De acuerdo con el científico de cambio climático, las sequías en Norteamérica han sido cíclicas y han durado unos años o una década como máximo, “pero ahora se proyectan a perdurar 20, 30, incluso 40 años”.

Cabe mencionar que California cuenta con un delta de grandes ríos en el norte y el río Colorado que comparte con otros seis estados y con el noroeste de México, además de mantos subterráneos y acuíferos naturales que almacenan el agua al derretirse las nevadas en la sierra.

En contraste Baja California cuenta solo con parte del agua que recibe México del Colorado, pero aunque la misma sequía afecta a ambos lados de la frontera, en el país no se ha tomado aún ninguna medida de ahorro de agua.

Al respecto los especialistas señalan que lo que está ocurriendo en California debe prender las alarmas en muchos lugares del mundo, “porque efectivamente ese sistema de alta presión alcanza Sonora, Baja California Norte, el Mar de Cortés, Sinaloa y todas esas partes”, indican.

¿Qué hacer?

Para el especialista en cambio climático Antonio Ordóñez Díaz es momento no de luchar contra nadie sino de unir el talento “California es una cuna del saber, ahí están varias de las mejores universidades del mundo, por ejemplo Stanford y Berkeley, el reto es poner todo el talento de los investigadores en una meta en común”.

Señala que un buen paso para comenzar es reforestando, es decir, renovar la cobertura vegetal dañada. “Además, las aguas residuales junto con el drenaje se pueden concentrar y formar humedales naturales con vegetación propia de la región, que les ayude a purificar toda esa agua, para que la humedad ambiental comience a compensar el gasto ecológico”.

Por su parte el especialista egresado de Chapingo, Eugenio Cedillo Portugal, apunta que es de vital importancia que se haga conciencia entre la población sobre los impactos negativos de la sequía, “sobre todo estar conscientes de que esto no solo tiene un impacto directo en el medio ambiente sino que afecta también de manera inusual a la población con la pérdida de empleos directos y el encarecimiento de productos básicos”, finaliza.