Violencia y nueva composición del poder, saldo electoral (I/II)

El Reporte electoral indica en qué grado crecieron los hechos de violencia e irregularidades en la instalación de casillas y la recepción de votos durante las elecciones de este 7 de junio

Antonio Caporal
Nacional
Elecciones 2015
Foto: NTX

Con la mayor parte de los resultados electorales ya definidos fue posible elaborar un análisis detallado de ellos en diversos sentidos: la Consultoría Integralia, que encabeza Luis Carlos Ugalde Ramírez, elaboró un Reporte electoral que indica, por ejemplo, en qué grado crecieron los hechos de violencia e irregularidades en la instalación de casillas y la recepción de votos.

En esta primera entrega destacamos el detalle de cuáles fueron los partidos ganadores y perdedores en las elecciones para presidencias municipales y diputaciones locales, a partir del análisis de los resultados en los 16 comicios concurrentes del pasado 7 de junio.

Es un proceso electoral deja varias e interesantes lecciones, dice en entrevista con Vértigo el maestro Saíd Hernández, analista-consultor de Integralia, quien señala que el Reporte debe ayudar a prevenir los problemas que se han generado en los procesos electorales.

Jornada complicada

Uno de los principales aspectos que destaca Integralia en su reporte es el relativo a los problemas que se presentaron en la instalación de casillas y recepción de votos.

Señala que como resultado del contexto político y social en diversas regiones del país el Instituto Nacional Electoral (INE) registró “185 casillas no instaladas, el mayor número en los últimos 25 años. Como referencia, la elección de 1991 tuvo la segunda cifra más alta con 164 casillas no instaladas; en contraste, la elección de 2012 solo tuvo dos casillas sin instalarse”.

Pero además de las casillas no instaladas “hubo 432 que suspendieron la votación por robo o violencia, así como doce que lo hicieron por mal clima u otras causas. En total, 629 casillas no operaron de manera regular para recibir la votación”.

Para poner en perspectiva esa cifra recordemos que en las elecciones presidenciales de 2012 solamente dos casillas no fueron instaladas y 46 suspendieron la votación por causas de fuerza mayor, es decir, un total de 48 casillas no operaron con regularidad.

El documento precisa que a pesar de que la elección fue pacífica en lo general, “se registraron muchos incidentes violentos, principalmente en estados del sur del país como Oaxaca, Chiapas y Guerrero —en esta última entidad existe el riesgo de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determine la anulación de la elección en el municipio de Tixtla, por el robo y quema de 39 urnas—”.

Asimismo, agrega, “en Yucatán la violencia cobró dos vidas en un presunto enfrentamiento entre panistas y priistas. En las elecciones celebradas desde 2008 a la fecha (incluidas las del 7 de junio) se han registrado 107 actos violentos en contra de autoridades electorales y candidatos en campaña”.

De acuerdo con la investigación de Integralia, “han ocurrido al menos tres tipos de actos de violencia recurrentes: robo de urnas, 67; secuestro de candidatos, diez, y asesinato de candidatos, 30”. En este sentido concluye que el proceso electoral con más incidentes de violencia ha sido 2015 (Gráfica 1).

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Por entidad federativa, los estados con más incidentes de violencia en el proceso fueron: Oaxaca con 107; Guerrero, 39; Chiapas, 33, y Michoacán con diez.

Además de los problemas para instalar casillas o recibir los votos la jornada electoral tuvo otro inconveniente: un importante número de funcionarios de casilla —insaculados y capacitados— no se presentó el día de los comicios.

El INE reportó que 54 mil 739 ciudadanos fueron tomados de la fila para instalar las mesas directivas de casilla: “Esta cifra es la más alta —y por mucho— con respecto de las últimas cuatro elecciones. En 2009, por ejemplo, hubo 23 mil 658 ciudadanos tomados de la fila, mientras que en 2012 fueron 17 mil 176”.

El documento precisa que “las razones de este incremento tan significativo incluyen un mayor rechazo para fungir como representante de casillas debido a la inseguridad pública, la desconfianza hacia los partidos y las instituciones políticas, así como el clima de apatía social”.

A esto se debe añadir la “compra de funcionarios capacitados por el INE que hacen los partidos para que funjan como sus representantes en las casillas: si el instituto ofrece una compensación de 250-300 pesos para alimentación, los partidos pagan montos superiores”.

Participación ciudadana

Integralia también da cuenta de que el 7 de junio votaron 39.87 millones de electores, lo que representa una tasa de participación para la elección de diputados federales de 47.72% respecto de la Lista Nominal.

A juicio de la consultoría esta es una de las tasas más altas de una elección intermedia: en 2003 fue de 41.19% y en 2009 de 44.61%. Sin embargo, está lejos de los índices de participación de 65.53% registrado en 1991 y de 57.02% en 1997.

Otro dato que resalta es que las entidades con la mayor participación son Yucatán, con 68.25% de la votación estatal; Nuevo León, 58.53%; San Luis Potosí, 57.70%; Tabasco, 57.06%, y Querétaro, 56.90 por ciento.

En contraste, las de menor tasa son Baja California, con 30.79%; Chihuahua, 32.51%; Oaxaca, 36.21%; Aguascalientes, 37.12%, y Sinaloa, 38.33 por ciento.

Las 16 entidades con elecciones locales tuvieron una tasa promedio de participación de 53.02%. De ellas, las nueve que eligieron gobernador tuvieron una tasa de 55.25 por ciento.

Si se compara con la tasa de 40.33% promedio que tuvieron las 15 entidades que no tuvieron elección de autoridades locales, sino solo de diputados federales, se muestra que el promedio de participación nacional se elevó por la concurrencia de elecciones locales con la federal.

Con base en los resultados de diputado federal de los Cómputos Distritales, el voto nulo alcanzó 4.76% de los sufragios depositados en las urnas. Tal cantidad es mayor a la votación de partidos como Panal (3.72%), Encuentro Social (3.32%), PT (2.84%) y Humanista (2.14%): si el voto nulo fuera un partido político, tendría asegurado su registro.

Ahora bien, las entidades con mayor cantidad de votos nulos fueron el Distrito Federal, Baja California, Aguascalientes, San Luis Potosí y Morelos. En el otro extremo, la menor cantidad de votos nulos se registró en Coahuila, Jalisco, Colima, Nuevo León y Yucatán.

La tendencia de voto nulo es decreciente: en las elecciones intermedias de 2009, de los votos emitidos 5.41% fueron nulos y 5% lo fueron en las presidenciales de 2012.

Reparto del poder

La Consultoría Integralia también da cuenta de que los comicios sirvieron para modificar la composición regional del poder político, concretamente en los casos de presidencias municipales y diputaciones locales.

Señala que el PRI es el partido con más diputaciones locales ganadas en las pasadas elecciones, al obtener 191 curules (33.3% del total); le siguen el PAN con 157 (27.3%), el PRD con 94 (16.4%) y Morena con 41 curules (7.1%).

Los ganadores netos son Morena, que siendo su primera elección obtuvo 41 diputaciones en once congresos locales; el PVEM, que gana siete espacios legislativos adicionales a los que tiene actualmente en esas entidades, y el PAN y MC, que obtienen cada uno cuatro curules más.

Los perdedores son el PRD y el PRI, que dejarán de tener 26 y 25 legisladores, respectivamente, mientras que el Panal pierde nueve y el PT tres.

Con respecto de las legislaturas locales tenemos que solo en Baja California Sur el gobernador tendrá mayoría calificada en el Congreso, es decir, dos terceras partes; en cinco entidades los mandatarios tendrán mayoría absoluta, 50% + 1 (Guanajuato, Guerrero, Querétaro, Campeche y Yucatán); y en las otras diez (Estado de México, Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León, Sonora, Tabasco, San Luis Potosí, Morelos, Michoacán y Colima) habrá gobierno dividido: el mandatario estatal tendrá Congreso opositor.

Por otro lado se disputaron 907 alcaldías (incluidas las 16 jefaturas delegaciones del DF). Con información de 782 municipios, PRI, PAN y PRD acaparan actualmente 94.37% de ellos, pero después de las elecciones bajan a 87.85%. Aunque el PRI será la principal fuerza municipal al alcanzar 47.44% de los municipios (que estuvieron en disputa el 7 de junio), disminuye el número que gobierna de 447 a 371. PAN y PRD aumentan municipios gobernados.

Asimismo, de los 33 municipios y cinco jefaturas delegaciones con especial importancia por ser ciudades capitales o de relevancia económica, tres partidos encabezan actualmente el gobierno de esas 38 demarcaciones: el PRI preside 20; el PRD doce y el PAN seis.

La nueva distribución después del 7 de junio es la siguiente: PAN, 13 (antes seis); PRI, diez (antes 20); PRD, nueve (antes doce). Otros partidos pequeños más un candidato independiente gobernarán seis municipios que antes eran dominados por los tres grandes (Gráfica 2).

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Preocupación

Sobre el tema de la violencia y las irregularidades Saíd Hernández refiere que es “preocupante la situación que se registró, básicamente en dos aspectos; por un lado, la violencia burda: secuestros, asesinatos, robo de urnas y quema de casillas en varios distritos, es decir, un conjunto de situaciones que incluso llegan al grado de afectar la integridad de las personas”.

Lo otro que le preocupa, señala el entrevistado, son los problemas de organización: “Las casillas que se dejan de instalar y las votaciones que no se reciben tienen repercusión porque pueden provocar la anulación de determinada elección”.

Ambas situaciones, dice, deben ser erradicas en futuros procesos.

Said Hernández resalta la importancia del Reporte elaborado por Integralia pues, afirma, nos refleja situaciones como el crecimiento de la violencia, los problemas de organización o la carestía de los procesos electorales.

Y sobre el alto costo de la democracia, la creciente competencia electoral, la fragmentación del voto y la calidad de la democracia hablaremos en la siguiente entrega.