Peras con manzanas

Guillermo Fárber
Columnas
“El oro es dinero y nada más lo es”
Foto: Creative Commons/Brian Giesen

Sostuve un debate con un regio muy inteligente e informado sobre los relativos rendimientos a largo plazo del oro contra la bolsa de valores. Pero pronto caí en cuenta de que la cuestión está básicamente mal enfocada (por mí, lo admito) al centrar la discusión en el concepto de “rendimiento”: Es como comparar peras con manzanas.

Cito algunas frases del libro Dawn of gold: the real story of money (2015, Philip Barton) para explicar por qué lo digo.

El oro es dinero y nada más lo es”. Ecos del magnate financiero J. P. Morgan: “El oro es dinero; todo lo demás es crédito” (diciembre de 1912).

La definición de dinero es ‘un depósito estable de valor’”. Otros usos del oro, como unidad de medida o medio de intercambio, son atributos también importantes pero secundarios.

El dinero no es una ciencia. El dinero es simplemente dinero: un peso y una calidad conocidas de un depósito estable de valor”.

El dinero convierte una transacción improbable en algo enteramente posible”.

“Existe una escala de valores esenciales. Todos estos valores son no intercambiables e intangibles, con una única, solitaria excepción en forma intercambiable: el oro”.

“Como la única medida de un monto de valor reconocido, el dinero es lo más cercano que podemos tener a un absoluto”.

Un material misterioso

“El oro entró por primera vez en el mercado alrededor del año 1500 antes de Cristo, como un superlubricante del comercio. El surgimiento del dinero fue un evento histórico de importancia sin paralelo hasta entonces o desde entonces”.

“El oro es la medida, no lo medido”. Por eso decir que el valor del oro sube o baja en términos de papel (dólares, libras, euros, yenes, yuanes, francos o lo que sea) es una aberración. En todo caso lo que procedería es decir que una onza de oro puede adquirir equis o zeta cantidades de dólares o euros o etcétera, no al revés.

“En última instancia el oro es dinero porque la humanidad así lo ha decidido desde hace seis mil años”.

Una teoría sobre el origen del oro como dinero es que surgió como una lógica extensión del trueque. La otra teoría relevante se refiere a su stock-to-flow ratio sin parangón: la escasa adición anual de 1.5% (en el mejor de los casos) a un acervo enorme acumulado durante seis mil años” (algunas fuentes aseguran que el stock real no es de 170 mil toneladas, sino diez veces mayor).

En este marco queda claro que discutir sobre cuál ofrece mejores perspectivas de “rendimiento” (a cualquier plazo) entre el oro y cualquier otro objeto es una polémica sin sentido, toda vez que estamos comparando peras con manzanas: dinero contra bienes tangibles, un material de valor estable contra cosas consumibles (commodities, productos manufacturados, etcétera) o contra símbolos abstractos y finalmente deleznables (acciones, bonos, etcétera). Pero, bueno, claro, siempre y cuando tú compartas la premisa básica… que los partidarios del mercado bursátil más bien desprecian.