10% de los mexicanos sufre dermatitis

Lorena Ríos
Todo menos politica
10% de los mexicanos sufre dermatitis
Foto: Creative Commons/

En México 10% de la población sufre dermatitis, es decir, casi 12 millones de personas, de ellas 60% son mujeres.

Cuando la piel reacciona ante el contacto de alguna sustancia y genera picazón, inflamación, enrojecimiento, sensibilidad o lesión en la zona expuesta puede tratarse de una dermatitis por contacto.

La lesión en la piel puede variar desde una irritación leve hasta ampollas y úlceras dolorosas, dependiendo del tipo de irritante, la parte afectada del cuerpo y la sensibilidad de la persona.

Ingrid Karín López Gehrke, de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) detalla que “la dermatitis por contacto es conocida también como eccema por contacto y es una de las enfermedades más comunes de la piel, que genera de 5 a 10% de la consulta dermatológica, además de constituir de 30 a 50% de las enfermedades ocupacionales”.

Se presenta de manera crónica con exacerbaciones en cada exposición al agente disparador y su diagnóstico puede en ocasiones ser complejo.

Factores de riesgo


López Gerhke explica que entre los factores de riesgo para presentar dermatitis por contacto están:


  • Utilizar diversas sustancias asociadas al ramo de la construcción.
  • Tintes y químicos usados en las estéticas.
  • Detergentes, guantes de látex, jabones y productos de limpieza.
  • Cosméticos y joyería. Estos últimos son más utilizados por las mujeres.

“Existen datos de que el problema se presenta en cualquier tipo de raza. Y aunque la población de origen africano es más resistente, afecta por igual a ambos sexos. Pero en ocasiones las mujeres y personas con antecedentes familiares, así como portadores de enfermedades inflamatorias crónicas de la piel, la padecen con mayor frecuencia”, dice la dermatóloga.

Agrega que existen dos tipos de dermatitis por contacto: la provocada por un irritante (80% de los casos) y o la producida por algún tipo de alergia (que constituye otro 20%).

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Diagnóstico

El diagnóstico se basa principalmente en la apariencia de la piel y los antecedentes de exposición a un irritante o alergeno, por lo que el médico dermatólogo podría solicitar un test cutáneo o prueba epicutánea para identificar el alergeno sospechoso de causar la reacción.

La dermatitis de contacto puede involucrar una reacción a una sustancia a la que se está expuesto o que se utiliza en forma repetida. Aunque puede no existir ninguna reacción inicial, el uso regular (por ejemplo de acetonas, soluciones para lentes de contacto o el contacto constante con metales de los aretes o el reverso metálico de los relojes de pulsera) puede causar a la larga sensibilidad y reacción al producto.

Algunos productos causan una reacción solo cuando están en contacto con la piel y son expuestos a la luz solar (fotosensibilidad). Entre ellos están lociones para rasurar, bloqueadores solares, ungüentos con sulfa, perfumes y aceite de la cáscara del limón.

Urticaria

Por otra parte la urticaria crónica es la aparición de ronchas de tamaño importante, similares a los piquetes de mosco, que causan comezón intensa con sensación de quemadura y se presentan en cualquier parte del cuerpo.

Esta molestia puede tener una duración de apenas unas horas o bien de más de seis semanas. Se subdivide en dos tipos:


  • Urticaria aguda o crónica. Los síntomas pueden ser provocados por un desencadenante como el frío, por presión (resorte en la zona de la cintura), por los rayos del sol, calor excesivo, al contacto con plantas y pasto, entre otros.

Javier Gómez Vera, jefe del servicio de alergia e inmunología del Hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE y secretario del Colegio Mexicano de Alergia e Inmunología Clínica explica que de acuerdo con datos epidemiológicos se estima que las mujeres presentan urticaria crónica dos veces más que los hombres y todos los grupos de edad pueden ser afectados con un pico entre los 20 y los 40 años.

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“Adicionalmente entre 33 y 67% de los pacientes con urticaria presenta ronchas e inflamación repentina y pronunciada de la dermis inferior y subcutánea, que afecta comúnmente los párpados y labios, y entre 29 y 65% solo muestra ronchas y pápulas”, comparte.

Gómez Vera añade que el diagnóstico de esta enfermedad debe ser amplio, minucioso y enfocado en la identificación de las causas subyacentes en aquellos pacientes que presentan síntomas de larga evolución o persistentes, por lo cual es importante consultar al dermatólogo o alergólogo.

En relación al tratamiento el especialista señala que los antihistamínicos son la piedra angular: “En aquellos casos en los que la respuesta no sea adecuada se pueden aumentar las dosis o asociarse otros antihistamínicos. En algunos casos se recurre al uso de corticoides sistémicos durante un corto periodo y siempre bajo prescripción médica”.

Aún así existen cuadros de urticaria rebeldes a los tratamientos habituales y deben emplearse otros tipos de fármacos, que a veces requieren el ingreso hospitalario. Es importante evaluar la presencia de dificultad respiratoria asociada y si responde o no a los tratamientos anteriores, porque de ello dependerá la administración de adrenalina subcutánea. En estos casos es necesaria la actuación del médico en un centro hospitalario, concluye.