De la pantalla al papel

Minificciones propone una imagen y el escritor debe desarrollar una historia breve alrededor de la misma. 

Redacción
Todo menos politica
Minificciones
Foto: NTX

Por: Federico González

Contexto: Alberto Chimal (Toluca, 1970) creó la página de internet www.lashistorias.com.mx, donde se pueden encontrar actualizaciones, fragmentos y comentarios del autor mexiquense, pero también un ejercicio interesante y abierto a todo público.

Se trata de un concurso de minificciones. La mecánica es la siguiente: se propone una imagen y el escritor profesional o amateur debe desarrollar una historia breve alrededor de la misma. El certamen tiene lugar mes a mes desde 2005 y el premio es simbólico.

Desarrollo: el sitio es hoy día un foro real para que escritores, en especial emergentes, den a conocer su trabajo.

El libro que hoy nos ocupa reúne una selección de materiales recibidos entre 2005 y 2011. Hay que advertir que, ante todo, el volumen propone una serie de autores nóveles. Es preciso adelantar que el resultado es irregular.

Su lectura es por lo mismo un riesgo. Por ahí nos podemos encontrar con piezas de Jorge Harmodio, autor joven pero con obra publicada, pero también de escritores desconocidos —al menos para el reseñista— y que fungen como auténticas sorpresas. Se recomienda en este sentido la lectura de los relatos de Áurea Rojano, Felipe Huerta o Pedro Zagitt, quienes destacan por su originalidad y buen pulso narrativo.

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Legitimación

No es fortuito que la mayoría de los relatos se inscriban dentro del género fantástico, ramo que Chimal cultiva desde hace varios años.

Conclusiones: la ventaja de una mala minificción es que si no se abandona, por lo menos termina pronto. Los cuentos prescindibles, que no son pocos, no requieren esfuerzos mayores; acaso un par de minutos. No obstante, Historia de Las Historias es una interesante vitrina para acercarse a la forma en que la red se ha convertido en un espacio para la expresión literaria.

En varios casos, si conecta con algún autor, el lector podrá rastrear su bitácora o blog para conocerlo más.

Por otro lado, tampoco se puede soslayar que aun en plena época de transición editorial el papel legitima. Quiérase o no, quienes se ganaron un lugar en la antología pasaron por el filtro, en este caso de Chimal. Tal vez vivamos los últimos coletazos de una era, pero al menos por ahora la literatura todavía requiere del volumen en papel —sobre todo cuando se es un autor desconocido— para certificar su valor.

Otros títulos de Alberto Chimal son La torre y el jardín y Los esclavos.

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