La gira más difícil

Les Luthiers regresa a los escenarios con dos nuevas incorporaciones.  

Pablo Reyes
Columnas
Les Luthiers
Foto: NTX

Luego de la muerte de uno de sus miembros, quien era quizás el más aclamado por los seguidores, el grupo de humor musical Les Luthiers regresa a los escenarios con dos nuevas incorporaciones.

Les Luthiers ha comenzado en la ciudad española de Oviedo lo que será sin duda la gira más difícil de toda su historia tras el fallecimiento de Daniel Rabinovich, quien dejó este mundo el pasado 21 de agosto, a los 71 años, tras sufrir varios problemas cardiovasculares.

La formación quedó así dolorosamente reducida a cuatro de los miembros originales: Carlos Núñez Cortés, Carlos López Puccio, Marcos Mundstock y Jorge Maronna.

Pero como bien sabemos ellos dominan el arte de la sorpresa y de la estrategia, así que echando mano del ejemplo de un equipo de futbol el grupo argentino de humor musical y verbal supo cuidar la cantera y las dos incorporaciones estables de Tato Turano y Martín O’Connor han servido para garantizar el espectáculo sin que se pierda una sola carcajada.

Además, en el banquillo se sientan dos nuevos reemplazos por si surge una oportunidad o es necesario introducir rotaciones.

El seguidor habitual de Les Luthiers no olvidará nunca a Rabinovich, pero con este nuevo espectáculo, titulado ¡Chist!, continuará disfrutando de todo lo que permanece en escena: los demás Luthiers y el mismo humor de siempre, con juegos de palabras, la imitación paródica de los estilos musicales más conocidos y sus inconfundibles instrumentos estrafalarios. Asimismo, encontrará ahora el talento de Turano y O’Connor, que añaden nuevos registros vocales al grupo.

Ambos han pertenecido siempre al mundo del espectáculo y admiraron a Les Luthiers desde hace muchos años, lo que les permite manejar con soltura la herencia recibida.

Turano, más instrumental y bolerista; O’Connor, con un despliegue de voz digno de cualquier representación lírica y un carácter cómico que deja todas las carcajadas donde siempre estuvieron.

Siguen siguiendo

Casi 50 años después de que un grupo de compañeros de un coro universitario en Buenos Aires se inventó la cantata Laxatón, que ponía música barroca al prospecto de un laxante, y tras el durísimo golpe de la muerte de Rabinovich en agosto, los cuatro fundadores vivos están decididos a seguir.

No obstante, Les Luthiers no se imaginan una escena como la que montaron Monty Python en el grotesco funeral de Graham Chapman en 1989, cuando los Python se rieron hasta de la muerte del amigo. En todo caso, el homenaje de los Luthiers es de otro estilo: seguir en escena.

Lo habían discutido muchas veces con Rabinovich. Ya llevaban años usando a reemplazos, ahora estables: Turano y O’Connor. Daniel quería que siguiera el grupo y estuvo hasta sus últimos días empujándolo para continuar.

Rabinovich fue notario antes que humorista, aunque no hay nada más lejano de un notario que Daniel: fue notario una semana e integrante de Les Luthiers durante 50 años.