Es dueño de una inmensa fortuna, calculada en dos mil millones de dólares. El eje de su imperio es Zeta Gas, que tiene ramificaciones hacia la mayoría de naciones centroamericanas y cuyas almacenadoras de combustible se ubican como las mayores del planeta. El rey del gas, Miguel Zaragoza Fuentes, acaba de perder el trono: su esposa, Evangelina López Guzmán, lo emplazó a un juicio de divorcio en Houston, Texas, en cuyo punto final le quitó más de la mitad de sus empresas.
El matrimonio de 60 años, con diez hijos como fruto, se disolvió por la pasión senil del empresario de 82 años.
La sentencia lo dejó sin su participación en las operaciones de la matriz del conglomerado ubicadas en Ciudad Juárez, con extensión a toda la zona norte, además de una filial en Costa Rica.
En el juego de cartas la señora recibe una mansión de 13 millones de dólares que el otoñal empresario le había regalado a su “amiga” Elsa Esther Carrillo Anchondo.
La historia en cuyo epicentro se enfrentaron ocho de los hijos contra el padre se le dejaría a un guionista de telenovelas de no ser por la magnitud del negocio en juego.
Zeta Gas es la única empresa gasera mexicana con perfil de multinacional. Sus reservas de gas LP se ubican como las mayores del planeta.
Del poderío de la firma habla el que dicta los precios del combustible en naciones como Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Perú.
En el país chapín la empresa se involucró en un asunto de corrupción que salpica al ex presidente Otto Pérez Molina. De acuerdo con una denuncia puesta en la mesa, uno de los nietos del ex rey del gas, Mario Fuentes Zaragoza, le entregó sobornos a cambio de agilizar devoluciones de impuestos cobrados a la introducción del gas procedente de México.
El combustible se almacenaba en una terminal marítima de Puerto Quetzal. Ya que el gas se vendía en la zona, se ubicaban las importaciones como temporales. El nieto está prófugo.
Fragmentado
El imperio se inició hace 40 años con la firma Hidrogas Juárez, que luego se ramificó con Central de Gas Chihuahua, Gas Continental del Pacífico, Gas Comercial de la Laguna…
En el Valle de México mantiene una planta almacenadora en la zona de San Juan Ixhuatepec.
Al eco de las generosas donaciones del magnate gasero a una hija procreada con su “amiga”, a la que se puso el nombre de Milagro —por ejemplo el celebrar sus diez años con un tour por varias ciudades europeas o el regalarle a su escuela un gimnasio a condición de ponerle su nombre—, en paralelo a la largueza hacia la madre, la esposa presentó dos demandas de divorcio, una en Ciudad Juárez y otra en Houston.
La segunda avanzó más rápido.
Fragmentado el emporio, Miguel Zaragoza Fuentes se queda solo con las operaciones de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Perú, donde tiene en su contra numerosas demandas laborales.
Destronan al rey del gas.