Despedida de terciopelo

Scott Weiland falleció el pasado 3 de diciembre a los 48 años, cuando se encontraba de gira con su actual banda.

Pablo Reyes
Columnas
Scott Weiland
Foto: Scott Penner/Creative Commons

Recientemente el mundo del rock quedó impactado con una noticia devastadora: Scott Weiland falleció el pasado 3 de diciembre a los 48 años, cuando se encontraba de gira con su actual banda.

El ex vocalista de Stone Temple Pilots y Velvet Revolver apareció muerto en Bloomington, Minnesota, al interior del autobús donde realizaba una gira con The Wildabouts.


De acuerdo con lo comunicado por la publicación de entretenimiento TMZ, el cantante murió a causa de un paro cardiaco mientras dormía. La información habría sido respaldada por un agente policial, quien dio aviso a personal médico mientras el desaparecido rockero sufría el paro. Algunas teorías apuntan a una sobredosis, ya que es bien sabido que Weiland exprimió al máximo el estilo de vida de dios del Rock, por su constante abuso de sustancias.

Scott Weiland nació en San José, California, el 27 de octubre de 1967 y formó Stone Temple Pilots en 1986, en San Diego.


Al lado de los hermanos Robert y Dean DeLeo y el baterista Eric Kretz, el cuarteto editó su primer álbum en 1992, muy a tiempo para ingresar al paradigma del grunge. El sonido de Stone Temple Pilots era duro, pero rico en contrastes, y su repertorio contenía sinuosas baladas y resultaba más accesible que el de sus contemporáneos de Seattle. Su vocalista llamaba la atención, tanto fuera como dentro del escenario, puesto que su personalidad chocaba con el ascetismo que virtualmente encarnaba aquella oleada de rock alternativo.

Discos como Core o Purple, producidos por Brendan O’Brien, despacharon millones de copias. A la vez, Weiland se convirtió en habitual de las crónicas de tribunales, ya fuera al ser detenido en posesión de crack o por conducir intoxicado. Los conflictos legales y las frecuentes desapariciones de Scott entorpecieron la carrera de los Stone Temple Pilots, que finalmente se disolvieron en 2002.

Problemático

Sin embargo, en 2010 sacaron un disco con material nuevo, producido por los hermanos DeLeo, mientras que en vivo aprovechaban su cancionero dorado. A pesar de manifestar propósitos de enmienda, Scott tenía la garganta dañada y volvió a convertirse en un lastre hasta que fue despedido oficialmente en 2013 y reemplazado por Chester Bennington, cantante de Linkin Park.

Weiland obtuvo ventas modestas con sus discos en solitario, como 12 bar blues, de 1998. Quizá por ello su implicación en Velvet Revolver, un supergrupo de planteamientos más bien mercenarios, organizado en 2002 por Slash y otros graduados de Guns N’Roses, cabezas de fila del hair-metal. Incluso en compañía de semejantes campeones del exceso Weiland logró destacar negativamente. Funcionaba en vivo, con ocurrencias como utilizar un megáfono, pero fuera de las tablas se convirtió en un problema. Para consternación de Slash y demás socios los abandonó para volver a Stone Temple Pilots.

Más allá de las caricaturas, Weiland era un personaje complejo, como dejaban ver sus elocuentes entrevistas y la autobiografía Not dead & not for sale, redactada por David Ritz. En 2011 publicó una respetuosa colección de canciones navideñas, The most wonderful time of the year. Su discografía incluye también una colección de versiones desde David Bowie a Radiohead, además de grupos paralelos como The Magnificent Bastard y colaboraciones puntuales con proyectos como Art of Anarchy. Descanse en paz.