Negro 2016

De enero a noviembre de 2015, México recibió por concepto de petróleo 724 mil 100 millones de pesos, 36.7% menos que en 2014.

Alberto Barranco
Columnas
Pensionados
Foto: NTX

Las festividades decembrinas y su correspondiente resaca volvieron nebulosa la noticia más aterradora del año viejo: la caída a un monto de 26.43 dólares en el precio por barril de la mezcla de petróleo mexicano.

El nivel se ubica 65.4% abajo de lo pronosticado por la Cámara de Diputados como promedio para el año, muy lejos de los 110 dólares de octubre de 2013 o los 91.50 de los albores de 2014.

Y aunque los milagros suceden de vez en vez, pareciera misión imposible que en algún momento del año que inicia se pudiera llegar a los 65 dólares presupuestados por los legisladores, lo que augura otro formidable boquete para las finanzas públicas.

Naturalmente usted pensará que para eso están las coberturas que año con año pacta la Secretaría de Hacienda para garantizar un precio mínimo del crudo. Sin embargo, con tres derrotas a cuestas para las aseguradoras la póliza se ha encarecido y la posibilidad de cobertura es menor.

Hasta hoy, medido de noviembre de 2014 a diciembre de 2015, el hoyo que ha dejado la doble tragedia, es decir, menos precio y menor producción, alcanza 389 mil 487 millones de pesos.

De acuerdo con el informe sobre las finanzas públicas del periodo enero-noviembre de 2015 el país recibió por concepto de petróleo 724 mil 100 millones de pesos, monto que resulta 36.7% inferior al mismo periodo de 2014.

La producción bajó de dos millones 450 mil barriles diarios a dos millones 273 mil.

El precio del gas natural se abatió 33.8 por ciento.

Aunque la depreciación del peso frente al dólar ayudó a atenuar el golpe, además de una mayor recaudación del Impuesto sobre la Renta y del aplicado al IVA, producto de la reforma hacendaria, la Secretaría de Hacienda recortó el gasto presupuestal en 110 mil millones de pesos.

Para este año la previsión hablaba de 220 mil.

Veneros

El problema es que el monto será insuficiente si se mantiene estable o a la baja la cotización del barril de la mezcla mexicana.

Y es que en la previsión de un nuevo ajuste la Secretaría de Hacienda terminó el año racionando las partidas hacia las entidades públicas y federativas, lo que volvió más angustiosa la situación de los proveedores.

Los gobiernos estatales le deben a empresas contratadas 110 mil millones de pesos.

En el escenario hasta los pensionados y jubilados resultaron damnificados. Los colocados en las nóminas del IMSS y el ISSSTE recibieron hasta el 4 de enero lo correspondiente a diciembre, en tanto en Veracruz hubo golpes para los inconformes al cargar el peso de la precariedad financiera del gobierno local hacia los ancianos.

Naturalmente los aguinaldos a la burocracia dorada se mantuvieron intactos en monto y puntualidad.

La gran pregunta es hacia dónde apuntaría un nuevo recorte, ya que los tradicionales afectados, es decir, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, se encuentran en precariedad extrema y las necesidades sociales se multiplican.

Otra vez los veneros del diablo.