La página dorada de Irán

Irán ahora tendrá acceso a 30 mil millones de dólares de activos previamente congelados en el extranjera. 

Lucy Bravo
Columnas
Irán
Foto: Blondinrikard Fröberg/Creative Commons

El levantamiento de sanciones nucleares y económicas contra Irán por parte de las potencias mundiales en enero de este año fue calificado por el presidente Hasán Rohaní como una “página dorada” en la historia de su país, mientras emerge de años de aislamiento y comienza una nueva era para los más de 77 millones de iraníes.

Sin embargo, apenas un día después Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra once personas y empresas de Irán debido a las pruebas efectuadas por el gobierno iraní con misiles balísticos de precisión en octubre pasado.

Ello refleja que en el muro de desconfianza entre estos viejos adversarios, el histórico acuerdo nuclear con el resto de las potencias, apenas se percibe como una grieta. Es decir: el actual liderazgo en ambos lados del hemisferio no busca un completo acercamiento ni está dispuesto a pagar el precio que esto supondría.

Pero esto no detendrá al optimismo de Rohaní, quien luego de haber recibido en la República Islámica al presidente chino, Xi Jinping, realizó una gira de trabajo por Italia, el Vaticano y Francia.

Lejos ha quedado su pertenencia al “Eje del mal” para abrir paso al acelerado deshielo en las relaciones con Europa, continente que no había recibido a un presidente iraní en más de una década.

Irán incluso se ganó un lugar en la mesa de negociaciones internacionales sobre la crisis en Siria, al pasar de paria a aliado imprescindible para la estabilización del Oriente Medio.

Sin embargo, este momento histórico para Irán no ha estado exento de tensiones tras el rompimiento diplomático con su histórico rival, Arabia Saudita, y frente a la incertidumbre que su entrada plena al mercado petrolero genera en la economía mundial.

Batalla

Si bien aún queda un largo camino por recorrer para liberar las restricciones sobre el sector bancario y financiero de Irán, su sector energético atrae ya el interés de Europa, de Asia y hasta de empresas estadunidenses, a pesar de que el mundo se está ahogando en petróleo barato en este momento.

Esta euforia en realidad responde a la necesidad de seducir a un país que posee una de las mayores reservas de gas y petróleo del planeta y que ahora está listo para el mercado mundial. De hecho los bajos precios del petróleo hacen de Irán un lugar aún más atractivo para invertir, debido a sus abundantes reservas y bajos costos de extracción y producción. Incluso la estatal Compañía Nacional de Petróleo de Irán anunció que aumentará en un millón de barriles por día a su producción, es decir, 33 por ciento.

Además Irán ahora tendrá acceso a 30 mil millones de dólares de activos previamente congelados en el extranjero que su gobierno invertirá en importaciones y en el sector turístico, por lo que el delicado baile apenas comienza.

Queda claro que las múltiples ambiciones detrás del acuerdo nuclear eran meramente económicas, al ignorar por completo las violaciones de derechos humanos y las prácticas antidemocráticas que han caracterizado al régimen iraní.

Pero para transitar hacia un deshielo interno Irán deberá librar su propia batalla con los sectores más conservadores del régimen, encabezados por el líder supremo, Alí Jamenei, quien sigue convencido de que existe una conspiración occidental para un cambio de régimen. Lo que verdaderamente importa de la “página dorada” es que Irán logre voltearla.