OHL: espionaje sin expiación

OHL le tomará años no solo el regresar al nivel de cotización de sus acciones sino despojarse de la marca negra que la etiquetó.

Alberto Barranco
Columnas
OHL
Foto: Pajak/Creative Commons

Colocada en el ojo del huracán ante la filtración de grabaciones ilegales de conversaciones telefónicas de sus directivos y ejecutivos, la empresa constructora OHL acaba de hacer público un recuento de daños, subrayando que la carambola le pegó de lleno a sus trabajadores.

La caída de 40% en el precio de la acción de la filial en México de la empresa española Obrascón Huarte Lain repercutió en el fondo laboral, es decir, la bolsa para jubilaciones y pensiones de sus colaboradores.

En los estragos de la batalla se produjo la remoción del secretario de Comunicaciones y Transportes del Estado de México, así como del director de Relaciones Interinstitucionales de la empresa.

Derivado de la ola, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores inició una investigación en su contra por una supuesta manipulación de sus estados financieros, al ofrecer como ciertos ingresos inciertos extrapolados de lo comprometido por el Estado de México al otorgarle concesiones para construir y operar dos vialidades de cuota: el Viaducto Bicentenario y el Circuito Exterior Mexiquense.

La danza afectó severamente la imagen de la firma, en un escenario en que el sospechosismo apuntaba a sobornos en especie a funcionarios públicos a cambio de favores y obtención de concesiones de carreteras y ampliación de estas en el marco del tráfico de influencias.

La ofensiva se inició con la publicación de una serie de desplegados por parte de una firma de tecnología llamada Infraiber, a la que se le había rescindido un multimillonario contrato para contabilizar el flujo de vehículos en las carreteras de todas las vías concesionadas por el gobierno mexiquense.

La empresa culpó a OHL del tropiezo.

Giro

Lo interesante del asunto es que responsabilizada esta firma por OHL del espionaje telefónico, al que se calificó de manipulado, sus denuncias están en el limbo.

Se diría que nuestra policía cibernética no está preparada para casos que afecten a particulares; que los equipos de las instancias privadas son más sofisticados que los de las públicas.

De hecho, ante la tardanza, OHL está hablando de acudir a instancias internacionales.

En la justicia a la mexicana, emitido un citatorio de la PGR al abogado de Infraiber —quien había firmado los desplegados— para declarar como testigo en la denuncia de OHL, la policía decidió llevarlo por la fuerza… con la novedad de que le “sembraron” un arma en su automóvil.

Naturalmente, el caso tomó un giro distinto ante la evidencia captada por las cámaras de vigilancia. De hecho, nadie sabe nadie supo si realmente declaró este.

La creencia generalizada en el país es que todos los mexicanos, relevantes o no, estamos siendo monitoreados en conversaciones telefónicas; es decir, que detrás de cada teléfono hay un pájaro en el alambre, lo que provoca que la gente hable en clave y ataje cualquier conversación en que se critique al gobierno.

Por lo pronto, a OHL le tomará años no solo el regresar al nivel de cotización de sus acciones sino despojarse de la marca negra que la etiquetó.

Sus contratos estarán bajo la sospecha de componendas, arreglos en lo oscurito, favoritismo…

Espionaje sin expiación.