Se calienta ‘El Bronco’

El Bronco se encuentra en litigio con la empresa coreana fabricante de automóviles Kia Motors.

Alberto Barranco
Columnas
El Bronco
Foto: Cuartoscuro

Posicionado en las prematuras encuestas como gallo para la grande bajo la bandera de independiente el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco, regresa al ring en un pleito que parecía zanjado.

En la oootra esquiiina la empresa coreana fabricante de automóviles Kia Motors.

El político que sustituyó a Rodrigo Medina en la silla gubernamental está llevando a la Fiscalía Anticorrupción constituida bajo su mandato lo que ubica como excesivas prebendas a la firma para instalar una planta en el poblado de Pesquería.

La denuncia se colocó al alimón por la Contraloría de la entidad y la Secretaría de Desarrollo Social, esgrimiendo como exposición de motivos el que Medina fue más allá de lo que permite la ley.

La inversión coreana, disputada por Guanajuato, Querétaro y Jalisco, se logró vía la donación de un terreno y su acondicionamiento, además de los anexos correspondientes, es decir, instalaciones eléctricas, conexión al ferrocarril, agua, drenaje, caminos de acceso…

Iniciada la logística durante los últimos meses del gobierno anterior, a la llegada de El Bronco al escritorio se encontró no solo con un paquete de facturas sino compromisos de pago a corto y mediano plazo, con la novedad de que las arcas estaban vacías.

Solamente en el terreno se habían erogado mil millones de pesos, a los que se añadirían dos mil más por trabajos de aplanado.

El problema es que de acuerdo a la Ley del Fomento a la Inversión y el Empleo de Nuevo León, la Secretaría de Desarrollo Social no puede otorgar “incentivos” superiores a 5% de la inversión a realizarse.

El caso es que el gobierno de El Bronco se fue con todo en el pleito, pese a la amenaza de la firma coreana de recurrir a instancias internacionales para validar el convenio.

Escenario

De entrada, a contrapelo de la cláusula de confidencialidad colocada en el acuerdo por el Consejo Estatal de Promoción a la Inversión, el gobernador hizo público el documento.

De hecho se subió a las redes sociales, principal bastión de comunicación del gobernador.

La cláusula 17.8 del texto señala a la letra que “este acuerdo contiene información que es altamente confidencial y convencionalmente sensible para Kia Motors”.

En el fuego cruzado intervendría directamente el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, en plan de amigable conciliador.

La gestión, en apariencia, había logrado aplacar las aguas, aunque no hubo certeza de que el gobierno federal inyectara recursos para cubrir los compromisos.

La tregua se rompió la semana pasada.

Al margen de una sospecha de negocios alternos en el río revuelto, como el haberle comprado el gobierno de Nuevo León el terreno a amigos cercanos del gobernador Medina, quienes lo habían adquirido previamente en menor cantidad, el asunto coloca en juego el escenario de atracción de inversiones extranjeras al país.

De invalidarse algunos de los puntos del acuerdo, Kia Motors podría recurrir al arbitraje internacional o a un mecanismo previsto por tratados internacionales.

Los trapitos al sol serán espectaculares.

El Bronco en broncas.