Donald Trump comenzó su campaña presidencial en junio de 2015 y 8 meses después, en contra de todas las expectativas -incluidas las de su propio partido-, es el puntero en la carrera a la candidatura republicana para la elección del próximo 8 de noviembre.
Ante este escenario, cabe preguntarse cómo detener al magnate inmobiliario anti-inmigrante, homófobo y misógino que podría ocupar la Casa Blanca.
Los Superdelegados: ¿alguna esperanza?
Más allá de los candidatos, la clave para detener a Trump podría estar en los “superdelegados”, un grupo de republicanos que podrían inclinar la balanza contra el empresario inmobiliario.
Los delegados que los candidatos disputan en las elecciones primarias acudirán el próximo 18 de julio a la Convención del partido para emitir su preferencia.
En el mismo estarán presentes los “superdelegados”, los 168 republicanos miembros del Comité Republicano Nacional, que tradicionalmente votan en favor de la cúpula del partido y que, en este año, representan alrededor del 7% de los 2,472 delegados.
El mismo magnate reconoció al Washington Post el peligro de que esto pase si la Convención está reñida: “tendré una cierta desventaja (…) Mi desventaja es que tendré que ir contra tipos que crecieron juntos y se conocen bien. Ellos son cercanos y quieren ganar”.
No obstante, en diciembre de 2015, el partido Republicano emitió la orden de que estos “superdelegados” deberán votar basados en los resultados de las elecciones primarias. Es decir, si Trump gana en esta fase, los superdelegados deberán apoyarlo.
Voto estratégico: el enemigo de tu enemigo es tu amigo
La esperanza puede estar en los militantes y ciudadanos votantes de las primarias dispuestos a ignorar sus preferencias electorales, incluso si se trata de votar por el partido contrario, para empantanar el camino de Donald Trump hacia la Casa Blanca.
Por un lado, partidarios demócratas admitieron votar en las primarias republicanas en contra de Trump, a fin de que éste no obtuviera la victoria en su estado.
Asimismo, militantes del mismo partido votaron en la primarias republicanas por Trump, al considerar que este sería un contrincante débil frente a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales.
Dentro del mismo partido republicano, por otro lado, los afiliados que rechazan a Trump votan no necesariamente por el candidato que apoyen, sino por el que tenga más posibilidades de derrotar al millonario en su estado.
Incluso algunos candidatos llaman a esta última práctica, como fue el caso de Marco Rubio, quien pidió a sus seguidores en Ohio que votaran por John Kasich -quien tiene más posibilidades ante Trump- y así evitar una victoria más para este último.
Ted Cruz, lo “menos peor” contra Trump
El doctor Bernardino Esparza, experto en Derecho Electoral, afirma que las declaraciones de Trump, aunque polémicas, reflejan un desconocimiento de la política interior y la legalidad en su país, relaciones diplomáticas, de comportamiento del ámbito internacional y de la cooperación mutua.
Esparza precisó que, si bien el discurso hostil le agrada a ciertas personas, la realidad rebasará las propuestas del republicano.
“Si no entiende que debe moderar su discurso, perderá muchos votos a su favor”, precisó el experto, pues si obtiene la candidatura y se enfrenta a Hillary Clinton, lo más probable es que pierda ante la demócrata con más experiencia, conocimiento sobre política interna e internacional, así como una postura más moderada.
Esparza explica que, más allá de una estrategia, la única esperanza del partido Republicano sería Ted Cruz, el abogado y senador por Texas que ha tenido una trayectoria parlamentaria en el ámbito político.
El experto electoral precisa que, aunque tiene una postura conservadora en torno a temas como los matrimonios homosexuales, tiene mucho más fundamentos para enfrentar a Clinton, lo que conjuntaría el apoyo republicano para desplazar a Trump, quien sin éste no podría lanzarse ni siquiera como independiente.
Al final, precisa Esparza, la decisión estará en sus seguidores, pues la realidad es más compleja de lo que el empresario inmobiliario afirma.
“Los adeptos de este candidato (Trump) los estaría llevando a la bancarrota, porque en la práctica (con sus propuestas) rompería relaciones diplomáticas con el estado mexicano y varios países”, puntualizó.
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