Pacquiao, sin límite de libras

El final de uno de los más grandes boxeadores de los últimos años se acerca.

Alejandro Zárate
Todo menos politica
Manny Pacquiao
Foto: NTX

El final de uno de los más grandes boxeadores de los últimos años se acerca: Manny Pacquiao, el filipino sin límites de libras, el pugilista que se coronó campeón mundial en la división mosca, de 112 libras, para dominar ocho pesos hasta alcanzar el título superwelter, 42 libras más arriba, lo que representa casi 20 kilos después de su primera corona, en algo irreal que solo un superdotado pudo lograr.

Fue bautizado como Emmanuel Dapidran hace 37 años, pero renombrado Pacman por los encordados. Su estatus traspasó el ser un referente del boxeo de la última década a convertirse en un ídolo para la sociedad de su nación filipina.

De ahí que tiene dos discos grabados como cantante, es basquetbolista profesional y actual congresista por la provincia de Sarangani, cerca de alcanzar una senaduría nacional.

Una gran parte de su legado se debe a sus victorias contra boxeadores mexicanos que dominaron los primeros lustros de este milenio: venció a leyendas del calibre de Érik Morales, Antonio Barrera y Antonio Margarito; pero también doblegó a otros nacionales, por lo que en estas tierras se le conoce como el mata mexicanos.

Su rivalidad ante Juan Manuel Márquez se inscribe en un capítulo diferente. Ante el Dinamita edificó una rivalidad que se prolongó a lo largo de cuatro combates, con polémicos resultados de por medio y que se definió con su derrota más dolorosa al caer inconsciente y de manera dramática tras un tremendo recto de Márquez.

El futuro miembro del Salón de la Fama Internacional de Boxeo es el único boxeador en la historia que puede presumir títulos mundiales en ocho divisiones distintas: mosca, supergallo, pluma, superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter, con cetros del Consejo Mundial, la Organización Mundial y la Federación Internacional, además de títulos lineales y los otorgados por la revista The Ring.

En dos ocasiones alcanzó una racha de seis años sin conocer la derrota, en tanto que fueron 13 años sin que alguien lo doblegara por nocaut, en marcas complicadas ante la calidad de adversarios a los que enfrentó.

Punto final

A cada triunfo en Las Vegas se hicieron tradición sus celebraciones en un karaoke en la capital del juego. Al paso de los años creció su fe religiosa, al grado de siempre mencionar a Dios en cada una de sus conversaciones en público.

Junto con el estadunidense Floyd Mayweather Jr. generó una gran expectativa por verlos enfrentarse sobre el cuadrilátero. La pelea tardó cinco años en gestarse. Si bien se llevó la derrota, se convirtió en el combate más lucrativo en la historia del boxeo al generar una ganancia que se estima sobrepasó los 400 millones de dólares.

El entrenador estadunidense Freddie Roach se convirtió en la mente maestra de sus peleas y su gimnasio Wild Card en Los Ángeles en su gran fortaleza para la preparación de sus batallas. Juntos formaron una de las duplas más efectivas de las últimas décadas.

Pero Pacquiao ha decidido poner punto final a su carrera cuando enfrente a Timothy Bradley por tercera ocasión el 9 de abril, en el MGM Grand de Las Vegas. Busca recuperar su corona welter de la Organización Mundial. Un último reto antes de colgar los guantes para siempre.

“Estoy feliz de retirarme del boxeo. Sé que me voy a poner muy triste, pero mi tiempo ha llegado y esto es parte de la vida”, lanza Pacquiao, la leyenda sin límite de libras.