Principales puntos de iniciativa sobre drogas

La reforma establece la posesión para consumo personal de hasta 28 gramos de marihuana

Ángel Hernández
Política
Medicamentos con cannabis
Foto: Sherry Yates Young

En la iniciativa enviada al Senado el presidente de la República plantea que los jueces hagan la revisión de los casos de las personas encarceladas por portar cantidades superiores a cinco gramos de marihuana para consumo personal, a fin de que puedan lograr su libertad anticipada, ya que el gramaje sube a 28 gramos.

Propone modificaciones a la Ley General de Salud para permitir la siembra, cosecha, cultivo, preparación, acondicionamiento, adquisición, posesión, comercio, transporte, prescripción médica, suministro, empleo, uso, consumo y, en general, todo acto relacionado con la cannabis sativa, indica y americana o marihuana, o su resina, “exclusivamente con fines científicos y médicos”.


Lo anterior para “poner a disposición de los pacientes que lo requieran los medicamentos que se obtengan de dichas sustancias, siempre que cumplan con lo dispuesto en la Ley General de Salud, los reglamentos, normas oficiales mexicanas, acuerdos administrativos del Consejo de Salubridad General y de la Secretaría de Salud, los protocolos y demás disposiciones jurídicas”.

Especifica que “con esta propuesta se suprime la prohibición contenida en la Ley General de Salud para la siembra, cosecha, cultivo, elaboración, preparación, acondicionamiento, adquisición, posesión, comercio, transporte, prescripción médica, suministro, empleo, uso, consumo y en general todo acto relacionado con el tetrahidrocannabinol, exclusivamente cuando dichas conductas se realicen con fines científicos y médicos”.

El jefe del Ejecutivo aclara que su iniciativa no generará un problema de salud pública al despenalizar el consumo de la marihuana y subir a 28 los gramos que una persona puede consumir, porque mantiene los controles para el resto de las drogas, que se mantienen prohibidas. “Es importante que el Estado mexicano enfoque el consumo de drogas como un problema de salud pública y no criminalice a los consumidores con instrumentos punitivos que, lejos de tratarlos como farmacodependientes, dañan su personalidad, en perjuicio de sus derechos humanos”. La propuesta “no supone de ninguna manera la legalización de la cannabis sativa, indica y americana o marihuana, o su resina”.