El Hoy No Circula simplemente no ha funcionado. El periodo desde el 5 de abril en que se endureció el programa ha sido uno de los más contaminados en años recientes en el Valle de México. Las contingencias ambientales, que no se habían tenido desde 2004, se han convertido en ocurrencia cotidiana. Nadie ha podido calcular los costos a las personas y empresas por la aplicación de este programa, pero las cifras son sin duda multimillonarias.
No es la primera vez que el Hoy No Circula no funciona. Los especialistas que han hecho estudios sobre este tema han advertido que también cuando empezó a aplicarse el programa en 1989, cuando se hizo de manera temporal, y en particular en 1990, que se volvió ya definitivo, hubo también un incremento en la contaminación. Lo mismo ocurrió en 2008, año en que se endureció el programa.
Los defensores del Hoy No Circula afirman que fue este programa el que logró una disminución en los niveles de contaminación de la Ciudad de México a partir de 2003. Esa caída en la contaminación hizo pensar que el problema había sido ya superado. Pero la afirmación es falsa. De hecho, el Centro Mario Molina, que había encontrado que el Hoy No Circula efectivamente impulsaba a la gente a comprar automóviles adicionales más viejos y más contaminantes, recomendó a partir de 2003 que se permitiera circular todos los días a los autos nuevos equipados con convertidor catalítico. Fue esta medida inteligente, y no la prohibición, lo que llevó a una disminución gradual en los índices de contaminación a partir de ese año.
Los mismos resultados
Hoy, desafortunadamente, los políticos que controlan la Comisión Ambiental de la Megalópolis han regresado a la fórmula original que ya fracasó. Desde el 5 de abril han aplicado un Hoy No Circula endurecido que es fundamentalmente un retorno al que se empezó a aplicar en 1989. Y los resultados han sido los mismos que ya vivimos en el pasado.
Si bien el Hoy No Circula ha sacado entre un millón y 1.3 millones de autos de la circulación todos los días, la contaminación en el Valle de México no solo no ha disminuido sino que ha aumentado. Las contingencias no solo son más comunes sino más prolongadas. Solamente el viento y la lluvia han limpiado los cielos del valle. Ni siquiera el Doble Hoy No Circula, que retira 40% de los autos de la circulación, ha sido suficiente para reducir los índices de contaminación.
Los funcionarios de la CAMe y los políticos afirman que mantienen estas políticas de restricción a la circulación por el bien de los ciudadanos. Dicen que si no hubieran aplicado la medida la situación habría sido mucho peor, lo cual, por supuesto, es difícil o imposible de comprobar. Afirman que más de 20 mil personas mueren al año víctimas de la de contaminación, pero no han señalado un solo caso concreto con nombre y apellidos. Lo que sí nos indican las cifras, sin embargo, es que la aplicación de las nuevas restricciones a la circulación ha coincidido con un deterioro en la calidad del aire de la zona metropolitana.
El Hoy No Circula no ha funcionado porque obliga a que un número menor de automóviles realicen más viajes, por lo que no se reduce el kilometraje. Otra razón es que los autos son responsables de una parte menor de la contaminación de lo que se pensaba. Pero la razón más importante es porque la gente no tiene más opción que seguir trabajando… aunque los políticos quieran obligarlos a quedarse en casa.