¿Tendremos más adictos?

El consumo frecuente de marihuana, especialmente de variedades que contienen más tetrahidrocannabinol puede generar adicción

Elena Fernández del Valle
Columnas
Marihuana
Foto: NTX

Ha surgido entre educadores, profesionales de la salud y padres de familia el temor de que una mayor aceptación social del uso de cannabis lleve a muchos jóvenes que no habían tenido contacto con la marihuana a usarla y caer en la adicción, esa enfermedad caracterizada por la pérdida de sensibilidad de los circuitos cerebrales que gobiernan la motivación. ¿Qué sabemos a ciencia cierta sobre este riesgo?

Sí genera adicción El consumo frecuente de marihuana, especialmente de las variedades que contienen más tetrahidrocannabinol (THC), puede generar adicción. Pero, según nos explica Fernando Wagner, experto mexicano en epidemiología siquiátrica que ha hecho carrera como investigador en Estados Unidos, la dependencia no aparece de la noche a la mañana. Diez años después de consumir marihuana por primera vez, 8% de quienes la usan ha desarrollado dependencia y es muy raro que esta aparezca después de los 30 años de edad (publicado en Neuropsychopharmacology 2002).

¿Quiénes corren mayor riesgo? Los adolescentes y adultos jóvenes. El riesgo cae marcadamente después de los 25 años de edad. Sin embargo, la edad no es el único factor a tener en cuenta. Nora Volkow, experta en adicciones egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM y directora desde 2003 del National Institute of Drug Abuse de Estados Unidos, nos explica que cerca de la mitad del riesgo de desarrollar una adicción proviene de factores genéticos. Para que estos se expresen hace falta la concurrencia de una serie de condiciones ambientales: altos niveles de estrés, familias y círculo social que no apoyan al joven ni le ofrecen alternativas para desarrollarse sanamente, y una exposición temprana a la droga. Por eso no todas las personas genéticamente vulnerables caen en la adicción y por eso son muchos más los que consumen marihuana que los adictos a ella.

¿Se consume más en países que permiten su uso? No. Aunque Holanda permite desde 1976 la posesión y venta de pequeñas cantidades de marihuana en lugares designados para ello, los hábitos de consumo de la población no han cambiado mucho. Según la United Nations Office on Drugs and Crime alrededor de 7% de la población de Holanda consume marihuana, mientras que en Estados Unidos la proporción es de 15%. La prohibición por sí sola no abate el consumo.

¿Qué efectos nocivos tiene en quien la consume? Nora Volkow y sus colaboradores publicaron hace dos meses un artículo sobre el tema en JAMA Psychiatry. Allí se lee que la marihuana daña de manera inmediata la memoria, la atención, la memoria de trabajo y la capacidad de aprendizaje; si el consumo es muy frecuente estas fallas persisten más allá de una hora y la persona deberá abstenerse de consumir cannabis durante al menos un mes para recuperarse.

En cuanto a los efectos a largo plazo, el más temido es el aumento en el riesgo de desarrollar esquizofrenia. Se ha observado que el consumo frecuente de marihuana durante la adolescencia, sobre todo si contiene una alta concentración de THC, se asocia con la aparición de esta forma de sicosis. Pero no es indispensable, ni suficiente, para desencadenarla. Y no sabemos si la asociación entre cannabis y esquizofrenia se debe a una relación causal directa o a que la propensión al uso frecuente de marihuana y la propensión a la esquizofrenia tengan una base genética común.

Sin la reciente apertura a la investigación del uso medicinal de la marihuana podríamos quedarnos muchos años sin responder a estas preguntas. Y nos urge saber más si hemos de prevenir racionalmente la adicción a la marihuana en lugar de castigarla. Qué bueno que México cuenta, dentro y fuera de sus fronteras, con científicos que conocen a fondo el problema.