Las hay de muchas formas. De hecho, la destrucción puede no verse ni sentirse, solo saber que está, que sucedió o está en proceso. Casas, autos, sistemas económicos, ideologías, corazones, personas... todo es susceptible de ser destruido.
Aunque la ley de la conservación de la materia de Lavoisier afirme que nada puede destruirse, sino que solamente ocurre una transformación, la sensación de pérdida, la frustración y la tristeza por la pérdida puede ser profunda.
Derrumbe
Venganza, tristeza y desesperanza son inherentes al ser humano; son sentimientos que nos distinguen de otros seres vivos; y son en especial reactivos fundamentales de los más grandes y catastróficos conflictos como especie, continente, país, pueblo y/o personas, ya que en mayor o menor escala estas pasiones pueden desencadenar problemas serios.
¿Pero qué pasaría si tuviéramos un manual de supervivencia que brinde la seguridad de que todo irá mejor o por lo menos no seguirá peor? Quizás estaríamos mejor preparados para sobrellevar nuestras desgracias.
Esto es lo que propone La poética del derrumbe, una obra honesta y atrevida que logra confrontar al espectador en muchas maneras y hará aflorar algunas de sus experiencias para después interiorizar en lo que pudo ser o en lo que será.
Esta sincera experiencia teatral, escrita y dirigida por Xavier Villanova, se presenta en algún espacio en deterioro o en construcción de la Ciudad de México los martes a las 21:00 horas dentro del Movimiento Teatro Íntimo para Departamentos. Para más información consulte www.teatroendepas.wordpress.com.
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