Pues que no fue a dar línea sino a manifestar su disposición a dialogar con los senadores en beneficio del país… El caso es que los coordinadores parlamentarios rebozaban de alegría, no la podían ocultar, y se esforzaron en repetir que no habrá sometimiento al Ejecutivo, más bien diálogo entre los dos poderes para sacar adelante las iniciativas que se requieren para crecer al ritmo de las necesidades.
Aunque ellos presentarán también su agenda de iniciativas, hay coincidencias con las del Pacto. ¡Las discutirán! Claro, a su tiempo. O sea que no se avocarán a las presidenciales. Que quede constancia de ello.
Calificaron de histórica la visita de cortesía del presidente Enrique Peña Nieto al Senado para conocer el nuevo edificio (una réplica del de Naciones Unidas). Compartieron el pan y la sal junto con más de 30 personas, todas participantes del Pacto por México, que fueron invitadas. Y próximamente irá también a la Cámara de Diputados (para que no se sientan menos, pues). No se ha fijado fecha, pero no dude que irá. ¡Y pronto!
El senador albiazul Roberto Gil Zuarth dice que la visita de Peña Nieto al Senado “es parte de los acuerdos que se tienen con motivo del Pacto. Qué bueno que el presidente tenga la disposición de hablar con el Congreso, con el Senado de la República”.
Y si son acuerdos, ¿por qué lo coordinadores no lo dijeron así? O sea, de manera clara y precisa. Porque es parte de su trabajo legislativo negociar las iniciativas. En este caso las que saldrán con motivo del Pacto por México. Sus razones tendrán, ¿no?
“En el marco del Pacto por México lo importante es revisar cual será la mecánica que va a seguir respecto de las iniciativas. La energética y la hacendaria no pueden llegar al Congreso como iniciativas preferentes, si se proponen cambios constitucionales. Tendrán que llegar como ordinarias. Es lo que hay que decidir”, precisa el senador Gil Zuarth.
El coordinador de la fracción priista de los diputados, Manlio Fabio Beltrones, dice a su vez que “toca a los integrantes del Pacto acordar y, a nosotros, en las cámaras, aprobar en su caso, en sus términos o con modificaciones, lo que conviene al país”.
Pues sí: el Congreso tiene la última palabra. El presidente está en su derecho de proponer, nomás. Por eso es importante el diálogo. Y en corto, mejor.
Con la visita de Peña Nieto al Senado quedó de manifiesto que hay “voluntad política para avanzar en acuerdos”, precisa el diputado Beltrones, quien por cierto estuvo presente en la reunión, donde se dijo que estos encuentros no deben realizarse una vez y nunca más, “sino siempre”.
Frente a la sociedad, el Ejecutivo está diciendo que lo que sigue requiere de una amplia colaboración, está poniendo el ejemplo y acude a una instancia legislativa plural. ¡Qué bueno! ¿Verdad?
El bolso de Laura…
Se dice por el rumbo de San Lázaro que los ayuntamientos quebrados deberán presentar un informe a la Secretaría de Hacienda, y esta al Congreso, para conocer en qué gastaron los recursos. Y que si fue a cuenta corriente van a tener problemas los alcaldes. Sobre todo quienes se asignaron sueldos de más de 400 mil pesos. ¿Qué le parece? Justo, ¿no?... Será hasta la próxima semana cuando la Comisión Permanente haga la declaratoria de constitucionalidad de la Ley de Educación Pública. Ya se aprobó en más de 16 legislaturas locales. Hasta en las que padecieron plantones por parte de los opositores a la reforma. ¿La promulgación se hará con tambores y flores? ¡Debe!... Otra que tampoco tarda en hacerse es la declaratoria de la reforma al artículo 24 constitucional, ¿se acuerda?, la que garantiza la libertad religiosa. Le comento que ya se aprobó en más de 16 legislaturas para elevarla a rango constitucional. Se dice que la firmará el presidente ante la más alta jerarquía católica. Claro: en Los Pinos…