El paso de Diego Rivera por Estados Unidos

Se exhiben estudios para murales, grabados, dibujos, pinturas, fotografías y material documental que ilustran los años en los que Rivera vivió en EU

Hector González
Todo menos politica
Tercera Internacional- Diego Rivera
Foto: Cortesi?a Museo Mural Diego Rivera

En el marco del 130 aniversario del nacimiento de Diego Rivera la Secretaría de Cultura, por medio del Museo Mural Diego Rivera, presenta la exposición Diego Rivera: re-visiones de Norteamérica.

El objetivo del montaje es mostrar al muralista como uno de los principales exponentes de la vanguardia europea y mexicana, quien en diferentes momentos y desde diversas propuestas puso los cimientos del arte moderno en Norteamérica.


Se exhiben estudios para murales, grabados, dibujos, pinturas, fotografías y material documental que ilustran los años en los que Rivera vivió en Estados Unidos, particularmente en ciudades como San Francisco, Detroit y Nueva York, entre 1930 y 1933, y posteriormente en 1940, cuando fue invitado a participar en la Golden Gate International Exposition.

Asimismo, se incluyen obras de Louise Nevelson, Pablo O’Higgins, William Spratling, Harry Sternberg y Emmy Lou Packard, quienes absorbieron las enseñanzas de Diego Rivera y las tradujeron en una obra propia.


Integrado por 193 piezas el montaje permite conocer el ambiente donde el artista se desenvolvió como una influencia importante, inspirada tanto en la vanguardia europea como en el compromiso político y social, sin olvidar los avances tecnológicos e industriales de los que fue testigo en ese país, y que reflejó a través de los trabajadores y la maquinaria.

Sobresalen nueve piezas del San Francisco Museum of Modern Art, además de diversos apuntes para los murales de Detroit y Nueva York que en su mayoría no se han visto en exposiciones en México, así como un acervo documental exclusivo.

Por vez primera en México

En 1932 firmó un contrato con la Founders Society of Detroit Institute of Arts para realizar el mural Industria de Detroit, mismo que concluyó un año más tarde.

“Es la primera vez en la historia que se cuenta todo el desarrollo de Diego Rivera en Estados Unidos, empezando desde 1914 y 1915, lapso poco conocido; solo Antonio Saborit es el que ha hecho dos o tres grandes libros al respecto, en los cuales Diego exhibe por primera vez en la Modern Gallery de Nueva York, en 1916, donde lo presentan con arte precolombino. Su exhibición individual se llamó Diego Rivera y arte precolombino”, comenta el curador Juan Coronel.

El especialista añade que se presentan también tres piezas prehispánicas que son de su colección particular; además de nueve obras en papel que provienen del Museo de Arte Moderno de San Francisco. “Esto es fantástico porque es la primera vez que se exhiben en México, es muy difícil que los museos estadunidenses las presten por lo delicado del material”.

También se pueden apreciar por vez primera unos 40 bocetos, entre ellos una serie muy importante perteneciente a los murales de Detroit, “jamás habían sido exhibidos y solo dos se reproducen en el libro Diego Rivera: obra mural completa”, destaca Coronel.

El impacto de Diego Rivera en el arte norteamericano comenzó en 1916, cuando la Modern Gallery mostró piezas de su periodo cubista junto con obras de Paul Cézanne, Vincent van Gogh, Pablo Picasso, Francis Picabia y Georges Braque.

Ese mismo año participó en otra muestra que incluyó a los mismos artistas y en una tercera exposición colectiva compartió cartel con Constantin Brancusi, Frank Burty Haviland, André Derain, Braque, Cézanne, Picabia y Picasso, además de obras escultóricas de arte africano.

Además, la Modern Gallery presentó pinturas de Diego Rivera y de arte mexicano anteriores a la Conquista. De este modo, su estética influyó en los artistas de ese momento en Estados Unidos. Posteriormente en 1928, durante un viaje a la Unión Soviética, conoció a Alfred H. Barr Jr., futuro director del Museum of Modern Art de Nueva York (MoMA), con quien entabló una relación amistosa.

Junto con Frida Kahlo, en noviembre de 1930, se trasladó a San Francisco donde pintó el mural Alegoría de California en el Pacific Stock Exchange Luncheon Club. En 1931 inauguró una exposición retrospectiva en el MoMA, integrada por 149 obras y cinco murales transportables, y elaboró el mural La creación de un fresco: la presentación de la construcción de una ciudad, en la California School of Fine Arts, hoy San Francisco Art Institute.

Esta exposición, que concluirá el 30 de octubre, se ocupa de los periodos en los que Rivera estuvo en Estados Unidos: primero entre 1930 y 1933 y después en 1940, en San Francisco, Detroit, Nueva York, y como invitado a la Golden Gate International Exposition.