Comenzó el juicio final contra Dilma Rousseff

El martes o miércoles de la próxima semana se determinará si es o no destituida

Redacción
Política
Dilma Rousseff
Foto: AP

El Senado de Brasil inició este jueves la primera sesión de la fase final del juicio político, por acusaciones de haber violado leyes de presupuesto del país, contra la suspendida presidenta Dilma Rousseff, que el martes o miércoles de la próxima semana sabrá si es o no destituida.

La sesión comenzará con testimonios de fiscales del Tribunal de Cuentas, órgano auditor del Estado que detectó las presuntas irregularidades en la gestión de los presupuestos que llevaron a la apertura de este proceso.

Los fiscales acusadores son Julio Marcelo de Oliveira y Antonio Carlos Costa D’Ávila, quienes dijeron que Rousseff incurrió en irregularidades “graves” en el manejo de los presupuestos.

De Oliveira y D’Ávila han coincidido en que el gobierno de Rousseff generó gastos sin base fiscal para ello y se valió de la banca pública para financiarlos, lo que está expresamente prohibido por la ley y configura un “delito de responsabilidad” previsto en la Constitución brasileña como posible motivo para un juicio con miras a la destitución de un presidente.

En la etapa que comenzó hoy también se escuchará a seis testigos presentados por la defensa de la suspendida presidenta, que niega todos los cargos y sostiene que el juicio tiene un carácter netamente político y constituye en realidad un “golpe parlamentario”.

A favor de Rousseff declararán su ex ministro de Hacienda, Nelson Barbosa, y otros ex funcionarios de su gobierno, así como dos expertos en finanzas públicas de universidades federales.

Una vez que sean escuchados los ocho testigos, lo cual se prevé que concluirá la noche del viernes o la madrugada del sábado, el juicio se retomará el lunes, cuando Dilma Rousseff comparecerá para presentar su defensa.

Tras escuchar a Rousseff el Senado abrirá un espacio para debates y una vez concluidos el martes o miércoles se procederá a la votación que decidirá la suerte de la mandataria.

Para que la suspendida mandataria sea depuesta son necesarios los votos de 54 de los 81 senadores, una cantidad que actualmente todos los analistas dan como segura, por lo que el presidente en ejercicio, Michel Temer, terminaría su periodo hasta finales de 2018.

Una encuesta publicada hoy por el diario O’Globomostró que 51 senadores planean votar para cesar a Rousseff, mientras que solo 19 la apoyarán y once están indecisos.

Los asesores de Temer indicaron que esperan que al menos 60 senadores voten en contra de Rousseff.

Si Temer es confirmado en el cargo de presidente enfrentará la tarea de sacar a la mayor economía de América Latina de su peor recesión desde la Gran Depresión y reducir un déficit presupuestario que supera 10% del Producto Interno Bruto (PIB).