Sin clases, sin diálogo

Los líderes detenidos fueron liberados y los maestros faltistas recibieron sus sueldos y conservaron sus plazas    

Sergio Sarmiento
Columnas
Javier Treviño
Foto: Cuarto Oscuro

Parecería que esta vez hay una voz unida por parte de los principales funcionarios del gobierno de la República. “No habrá más diálogo si antes no garantizamos que los niños puedan recibir educación en las aulas que hoy están cerradas”, dijo el presidente Enrique Peña Nieto en el inicio del ciclo escolar.

Javier Treviño, el subsecretario de Educación Básica, afirmó el 23 de agosto que “a aquellos maestros que no acudan a trabajar se les descuenta el día y a aquellos que tengan más de tres días seguidos de ausencia sin justificación se les cesa de su empleo”.

La ley, sin embargo, no se ha aplicado siempre. Después de un intento fallido el 19 de junio por liberar la autopista Oaxaca-Puebla bloqueada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Nochixtlán, operativo que dejó un saldo de nueve muertos, el gobierno decidió suspender su aplicación mientras establecía una mesa de negociación con la CNTE. Según el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, esto ya no se repetirá: “Tienen que regresar (a clases), no tienen otra opción, ya lo dijo el señor presidente”.

Aurelio Nuño, quien en junio había declarado que la reforma no se negociaría, retoma hoy su posición original: “Como lo dijo el presidente de la República, no puede haber ninguna condición de regresar al diálogo con la Coordinadora mientras no estén en las escuelas todas las niñas y todos los niños”.

La ley ordena descontar el día de sueldo de los maestros que se no presenten y destituirlos a la cuarta falta injustificada. En mayo y junio, sin embargo, muchos maestros de la CNTE no se presentaron a las aulas, pero en lugar de ser destituidos pudieron sentarse en la mesa de negociación de la Secretaría de Gobernación. Las reuniones se llevaron a cabo de manera poco transparente, sin información oficial sobre posiciones y acuerdos. Los líderes de la CNTE afirmaron que habían obtenido concesiones por parte del gobierno. Dijeron que habían logrado la liberación de los líderes detenidos por distintas faltas y también que no se realizaran los descuentos ni se despidiera a los maestros que no se habían presentado a clases. El gobierno negó que se hubieran logrado tales acuerdos, pero no reveló cuáles sí existieron. Pese a los desmentidos, los líderes detenidos fueron liberados y los maestros faltistas recibieron sus sueldos y conservaron sus plazas.

El lobo…


Ahora nos dicen que la ley sí se aplicará en serio y que no habrá excepciones. Sería más fácil creerlo si desde un principio el gobierno hubiera respetado la ley. Suspender su aplicación para llevar a cabo una negociación política genera la ilusión de que se resolverán los problemas, pero al final, como ha ocurrido, la situación se complica más. Hoy el gobierno tiene que explicar por qué debe cumplirse una ley que no se atrevía a aplicar hace dos meses.

El gobierno está reiniciando el camino que abandonó hace dos meses. El nuevo curso lectivo ha empezado. La mayor parte de las escuelas del país ya están en clases. Incluso en la Ciudad de México, donde la CNTE es la fuerza sindical dominante, las clases se están realizando en la enorme mayoría de las escuelas. Las clases también se han reanudado en Guerrero y Michoacán. En Oaxaca y Chiapas, sin embargo, un buen número de escuelas permanecen cerradas. Y a los maestros faltistas se les dice una vez más: “Ya viene el lobo, ya viene el lobo…”