Nuestro país ha dado notables arquitectos al mundo: Luis Barragán, Ricardo Legorreta, Manuel Tolsá, Adamo Boari, Abraham Zabludovsky, Juan O’Gorman, Antonio Rivas Mercado, Mario Pani, Pedro Ramírez Vázquez, Andrés Casillas, Enrique Norten, Mauricio Rocha, Bernardo Gómez Pimienta o Luby Springall, por mencionar a algunos de los muchos talentosos e innovadores.
Muchos cuentan con presencia internacional y cada día trabajan arduamente para llevar a cabo sus proyectos, que van transformando a México y a nuestro entorno inmediato.
Famoso por su calidez, don de palabra y generosidad, Teodoro González de León era querido por todos. Él se asoció desde muy joven con Abraham Zabludovsky y esta mancuerna fue la creadora de grandes proyectos que cambiaron ciudades enteras, como Tabasco 2000, en Villahermosa, o el Museo Tamayo de la Ciudad de México, en pleno corazón del Bosque de Chapultepec.
También el emblemático Auditorio Nacional, el afamado Colegio Nacional y la Casa Matriz del Fondo de Cultura Mexicano.
Una característica de su arquitectura es que siempre pensaba en la dignificación de las metrópolis y sus habitantes.
Desde muy joven, González de León dio muestras de su talento y amor hacia la arquitectura. Estudió en la UNAM y recién egresado trabajó en el despacho de Mario Pani. En 1947 ganó una beca a Francia, donde estudió en el taller del gran Le Corbusier, quien revolucionó los conceptos arquitectónicos a nivel mundial en el siglo XX.
Honra
Teodoro González de León murió en la madrugada del pasado 16 de septiembre, a los 90 años, en la Ciudad de México, dejando mucha tristeza entre quienes lo quisieron y admiraron, a la par de un gran reconocimiento a su trabajo: precisamente se había preparado una serie de actividades a través del Instituto Nacional de Bellas Artes para celebrar y honrar su trabajo y su vida.
Una de las más importantes será la colocación de la escultura de gran formato de seis metros de altura que semeja a un cubo de madera transitable por el público y que se inaugurará el jueves 29 de octubre a las siete de la tarde en el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo, uno de los museos más hermosos y bien planeados de nuestro planeta. Esta pieza representa la última obra que diseñó y fue ideada por él mismo para que se presentara en ese espacio emblemático para celebrar sus 90 años.
La semana pasada se presentó la Guía Teodoro González de León en el auditorio del ya citado Museo Tamayo, con la participación del arquitecto español Miquel Adriá. Estaba programada la participación del fallecido arquitecto para presentar un volumen que reúne una selección de 40 de sus edificaciones más importantes, pensando más en su obra pública y donde también se incluye su propia casa, situada en la Colonia Condesa de la capital mexicana, que el libro divide en zonas: centro, poniente, sur e interior de la República.
La obra de Teodoro González de León —en perfecta mancuerna con Abraham Zabludovsky— sin duda marcó a la cultura del México moderno y transformó sus espacios, esos mismos que ahora disfrutan las generaciones del siglo XXI.