Resguarda México a la Monarca

En 2016 se han llevado a cabo 21 operativos forestales en la Reserva de la Biosfera

Martha Mejía
Todo menos politica
Mariposa monarca
Foto: NTX

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se prepara para recibir a las mariposas Monarca que llegarán este noviembre a las 56 mil 259 hectáreas de la Reserva de la Biosfera ubicada entre el Estado de México y Michoacán.

El titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, destacó que se hizo entrega ya de recursos económicos a través del Programa de Empleo Temporal (PET), así como de uniformes donados por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) a más de mil 650 vigilantes comunitarios de esta reserva, integrados en 85 comités.


Se trata, dijo Haro, de “un testimonio de gratitud, refrendo y de compromiso, así como de la importancia que tiene para los gobiernos federal, estatal y municipal cuidar de una de las mayores riquezas, que es sin duda la riqueza natural”.

Por su parte, el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, señaló que gracias al esfuerzo que realizan los tres niveles de gobierno, la iniciativa privada y los comuneros en la reserva, el año pasado se logró contener la pérdida de árboles en la zona núcleo y casi se cuadruplicó la superficie ocupada por esta especie, pasando de 1.13 hectáreas en 2014 a 4.01 hectáreas en 2015.


Pacchiano resaltó además la importancia de seguir sumando fuerzas y voluntades e hizo un llamado para que todos los sectores de la sociedad participen: dejó en claro que la protección del patrimonio natural no puede ser una tarea exclusiva del Estado.

Relevancia

Las mariposas Monarca nacen en huevos de los que sale en forma de larva, para después comer la cáscara del huevo y alimentarse de las plantas del algodoncillo sobre las que nacieron.

Este lepidóptero depende fundamentalmente del algodoncillo, que constituyen prácticamente el único alimento de las larvas. De esta planta reciben el veneno y la toxicidad que necesitan para enfrentarse y salvarse de sus depredadores.

Las mariposas adultas reproductivas viven de cuatro a cinco semanas. Sin embargo cuando se acerca el otoño, en Estados Unidos y Canadá nace una generación especial, conocida como la generación Matusalén.

Las Matusalén, nacidas a finales de verano o principios de otoño, son las únicas que pueden realizar la migración y hacen un único viaje de ida y vuelta: recorren alrededor de 120 kilómetros diarios y realizan su viaje en 33 días, aproximadamente.

Para cuando comience la migración invernal de la siguiente temporada, varias generaciones de verano habrán vivido y muerto; y serán las tataranietas de las migrantes del año pasado las que realicen el viaje.

De algún modo las nuevas generaciones conocen el camino: siguen las mismas rutas que sus ancestros y en ocasiones incluso vuelven al mismo árbol.

Cada año, entre noviembre y marzo, la Monarca encuentra en los santuarios mexicanos las condiciones ideales para desarrollarse y aparearse: altitud de tres mil metros sobre el nivel del mar, temperatura, humedad y exposición a los rayos solares, entre otros.

A finales de marzo, cuando alcanzan su madurez, emprenden su viaje de retorno hacia los países del norte.

Protección

En el marco del acuerdo firmado entre la Semarnat y la Secretaría de Gobernación a través de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), el comisionado nacional Renato Sales Heredia realizó una visita a la Base de Operaciones de la Misión Ambiental de Gendarmería, en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca.

Acompañado del subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, Ignacio Millán y del titular de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, el comisionado supervisó los trabajos que realiza el grupo especializado de esta división en Michoacán.

Se trata de una red de vigilancia especial cuyos elementos de la Policía Federal están preparados para proteger áreas naturales protegidas específicas y de gran valor, debido a que previamente recibieron capacitación de campo por parte de la Profepa y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para contar con los elementos técnicos que faciliten su trabajo.

Durante su recorrido Sales Heredia reconoció el compromiso de los elementos federales y destacó la importancia de tener un objetivo común entre instituciones ambientales y de seguridad, de fortalecer la seguridad y vigilancia a fin de garantizar la seguridad de los visitantes de las áreas naturales protegidas.

“¿Qué objetivo común puede ser de mayor importancia que proteger el patrimonio ambiental de nuestro país? La mariposa Monarca es algo tan importante, que protege, por supuesto, flujos productivos y potencia el turismo”, expresó.

Ignacio Millán Tovar, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, destacó que la meta es llegar a tala cero en la zona núcleo, por lo que “la tarea de la Misión Ambiental de la Gendarmería es fundamental y los resultados se han visto en la detección y actuación inmediata ante los ilícitos”.

La Misión Ambiental de la Gendarmería inició sus actividades en la reserva hace más de dos meses. Primero con el acercamiento social a las autoridades de los ejidos y comunidades, así como al Consejo Asesor de la Reserva.

Desde hace un mes están establecidos de forma permanente y realizan operativos de reconocimiento. Además, los elementos de la Gendarmería se preparan para recibir a las mariposas Monarca, que en este momento están cruzando Estados Unidos para llegar a finales de octubre o principios de noviembre a la reserva.

De acuerdo con la Profepa, estas acciones frenan de manera muy importante la tala clandestina, la transformación y comercialización ilegal de materias primas forestales maderables, provenientes del área de amortiguamiento de la reserva, hábitat de la Monarca (Danaus plexippus), próxima a arribar a territorio mexicano.