Con el reconocimiento de que la vida en el planeta y el futuro común están en juego, y de que se requiere elevar el grado de ambición y voluntad políticas en las negociaciones, 196 naciones suscribieron la Declaración de Cancún, en la que enfocaron el tema del financiamiento, plantearon buscar recursos de todas las fuentes, así como mejorar el marco regulatorio de las actividades del sector privado.
Ministros de medio ambiente, pesca, agricultura y del ámbito forestal se reunieron durante dos días en el segmento de alto nivel de la 13 conferencia de las partes de la Convención de Diversidad Biológica (CDB) para tomar medidas sobre la integración de la biodiversidad en esos sectores productivos.
EL titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, informó que 103 empresas se comprometieron a transformar sus procesos y cuidar el medio ambiente en el contexto del foro sobre negocios que se realizó en forma paralela.
El pronunciamiento de éstas indica que medirán su impacto ambiental, lo mitigarán y reportarán sus afectaciones al gobierno.
Asimismo, el secretario ejecutivo de la CBD, Braulio Ferreira de Souza, indicó que habrá un financiamiento de 500 millones de euros de Alemania para la conservación de la biodiversidad.
La Declaración de Cancún destaca que se designarán sitios de conservación de biodiversidad agrícola, lo que no queda claro es si esto implica sólo su protección en pequeñas zonas.
Propone el establecimiento de Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la conservación y el cultivo de variedades nativas, así como las variedades locales de los agricultores.
Señala que se necesita hacer esfuerzos adicionales para velar por la aplicación efectiva del CDB, estamos muy preocupados por los impactos negativos en la biodiversidad ocasionados por la degradación y fragmentación de los ecosistemas, cambios no sostenibles en el uso de la tierra, sobrexplotación de recursos naturales, tala, captura y comercio ilegal de especies, introducción de especies exóticas invasoras, contaminación del aire, el suelo, las aguas continentales y los océanos, cambio climático y desertificación.
Los países se comprometieron a aumentar la cooperación internacional y fomentar la innovación y la transferencia de tecnologías apropiadas, así como intensificar los esfuerzos de movilización de recursos procedentes de todas las fuentes así como alentar a instituciones financieras y de cooperación a apoyar las políticas públicas.
En el tema forestal, los países promoverán la gestión sostenible, paquetes de incentivos para la restauración e impulsarán al sector privado para que participe en el desarrollo de las cadenas productivas.
En cuanto a turismo, refiere que se incentivará el desarrollo y la aplicación de tecnologías para transformarlo en una herramienta de preservación de la diversidad biológica.
En este tema, y sobre los manglares, uno de los ecosistemas más vulnerables, el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, dijo en entrevista que esta vegetación no es intocable y que no está prohibido tratarla, siempre y cuando se cumplan los criterios más exigentes y rigurosos, se puede construir.
Señaló que en México cada vez son más rígidos los criterios para la conservación del medio ambiente y se cuidan más las densidades de construcción.
Citó el caso de Cancún, donde hace 40 años no había hoteles ni marinas, y justificó: ¡claro que tuvimos que impactar el medio ambiente! Hoy, con una visión actualizada, el tema no es no impactarlo, el temas es hacerlo lo menos posible y, en su caso, compensar, y señaló que la víspera los ministros del medio ambiente que asisten a la cumbre señalaron que “tampoco es bueno el modelo donde preservar es que no pase nada. Ya se dieron cuenta que la mejor manera de preservar las cosas es usarlas”, dijo.